Las mujeres* y el dinero (Parte 2)

Las mujeres* y el dinero (Parte 2)

Tal y como (tremendamente) expone Kate Raworth en ‘Economía rosquilla’, cuando crearon este teatro que bien podría llamarse ‘La Economía (que nos contaron como exacta) para el crecimiento (únicamente) capitalista’, dejaron a muchxs personajes fuera de la obra. Entre estxs, esta(ba)n las mujeres* y los cientos de miles de cuidados que hemos ejercido (y ejercemos desde) SIEMPRE. Aunque seguro que no te sientes economista, ni cercana a este termino, considera que…

“… Después de todo, el hecho de que nunca haya asistido a una clase de economía puede resultar una clara ventaja: tiene menos bagaje del que desprenderse, menos grafitis que borrar. Hay ocasiones en que ser profanx en una materia puede constituir un activo intelectual; y esta es una de ellas” (Economía Rosquilla. Pag. 34)

Si no has leído la primera parte de esta saga, te invito a ello antes de continuar. Encuentras aquí ‘Las mujeres* y el dinero (Parte 1)’.

 

Lo matérico que todo lo atraviesa 

Tal y como te he contado en otras ocasiones no podemos comprender nuestro ‘todo’ si no observamos lo matérico, esto es, el entorno, lo que nos rodea, esa sopa llamada cultura a la que estamos intentando dar un sabor más dulce. Nuestros actos de cada día son economía, cómo nos organizamos, qué consumimos, dónde (y para qué) ponemos nuestras energías /dineros/ tiempos… todo esto ES ECONOMÍA. Por lo que si aún no lo sabes, eres economista.

Estoy segura de que además llevas las cuentas de tu casa/colectivo/…, tienes una carpeta con extractos, pólizas y demás, haces la compra que pagas con dinero (o tarjeta, el dinero de plástico), y tienes una (o más cuentas corrientes) y/u otros productos financieros. Compa, con esto te lo reafirmo ERES ECONOMISTA.

 

Economista, por supuesto Feminista

Además de todo lo anterior, cuidas, trabajas en más cosas que en tu(s) empleo(s), estas atenta de los estados emocionales de varias personas (o animales), pones lavadoras, mandas audios llenos de comprensiones, recibes a Otras, escuchas atenta y gestionas como buenamente puedes tu vida… Entonces somos, Economistas Feministas porque (además) hacemos Economía de los cuidados.

Todo lo mencionado aquí arriba no esta incluido en el PIB (Producto Interior Bruto), que aún es el único medidor de ‘bienestar’ cuyo único foco es el flujo del dinero por lo que para los sistemas financieros,no tiene ningún valor. Aunque sin todo ello, hace tiempo que el iceberg se hubiera derretido…

 (La Economía Feminista me atrapa y me arrastra, ups! Vuelvo. Volvamos a lo más puramente financiero, volvamos al dinero)

Sea como fuere, seguro que en tu vida usas el dinero (¿eres por esto capitalista? ¿somos capitalistas por usar el dinero aunque como posición política nos nombramos anticapitalistas? Tengo un intenso debate a raíz de estas preguntas con mi querida Compa Playa-Medusa, y estaré encantada de leer tus aportaciones al respecto para continuar con esta saga de ‘Las mujeres* y el dinero’).

 

Ideas para ser una Padrina (y re-ubicar así el dinero)

Una vez E. me nombro Padrina por tener cierto control con las finanzas, y este alter ego se ha convertido en una de (todas) las mujeres* que soy durante el ciclo menstrual, esta asoma especialmente en mi fase Preovulatoria. Considero que todas tenemos una Padrina dentro, solo que por el sesgo de género y la construcción social (y transgeneracional) que hemos vivido, no hemos tenido la oportunidad de practicar lo suficiente para saberlo y para ser soberanas de nuestro recurso matérico propio.

Esto tiene que cambiar, necesitamos también que la revolución de las Padrinas continue, porque necesitamos el dinero de nuestro lado.

Vamos a lo práctico, que es lo que más me gusta. Aquí lees los tips/truquis/briconsejos/prácticas concretas pasadas por mi cuerpo que me han acompañado a colocar en lugares más cercanos la pasturrina

 

¿Qué sientes al tocar un billete?

Coge un billete. Cuanto más valor tenga mejor. Si, ahora. Tenlo entre tus dedos por unos segundos y dime: ¿Qué sientes? ¿Cuál es la primera palabra que viene a tu cabeza? ¿Por qué crees que es esa? ¿Hay alguna otra parte de tu cuerpo que ‘reaccione’? ¿Te pones nerviosa? ¿Te da cierto asco? ¿Piensas que esta sucio? ¿Sientes alegría? ¿Agradecimiento?

Identifica estas pistas y estate atenta a lo que sientes cada vez que abras tu cartera y vayas a utilizarlo.

 

«Cuida el dinero, y este te cuidará»

Hace tiempo que me dijeron esta frase y la verdad es que me mostré muy escéptica. Aunque creo que estarás de acuerdo conmigo en que los billetes arrugados en la cartera o las monedas desperdigadas por el bolso son muestra de un no-cuidado que no te mereces. 

Estate atenta a cómo tratas el dinero. Si tienes algunos billetes guardados en algún lugar (cartera, cajón, dentro de un sobre…), procura ponerlos en orden de menor a mayor y con la barra metálica al mismo lado. 

 

El estadillo (de la amatxo)

Mi amatxo (madre en euskera) es una mujer bien-bien práctica y aquí os traigo esto que me enseñó ella y que uso desde que tengo algo que anotar aquí.

El estadillo viene a ser una lista en la que enumeras los productos financieros, seguros y demás que tienes (todo lo que tengas contratado con cualquier entidad financiera, aseguradora, etc.). Puedes poner por ejemplo: El nombre del producto, el número de cuenta o de póliza que tiene, la entidad con la que lo tienes y el importe que hay (o que tienes contratado). Es importante que alguien más que tu sepa donde esta y que en el caso de que te pase algo, nadie tenga que jugar a ‘en busca del tesoro perdido’ (o de la deuda).

También te servirá para ver si necesitas ‘todo eso’ o hay algo más que te gustaría tener. Te invito además a que consultes las alternativas de banca ética (o aseguradoras éticas) que además de aportar valor(es) a lo social (y hacer que nuestros dineros estén colocados en un lugar coherente con nuestras ideas), también estas dando unas rentabilidades bien interesantes.

Mantenlo actualizado, revísalo cuando hagas algún cambio, busca la fase del ciclo aliada con el dinero para este tema que puede resultarte pesado/denso/oscurito. Te prometo que es un ‘papelito’ escrito a mano que da mucha calma y mucho orden. 

 

Hoja de ingresos y gastos (y apuntar en el calendario)

Esta hoja (por ejemplo Excel, aunque vale perfectamente a mano con lápiz y papel) te mantendrá al corriente de cuáles son tus gastos e ingresos mensuales. Para tenerlo en orden nosotras vamos apuntando en el calendario los gastos diarios, después puedes sentarte una vez al mes (por ejemplo al final) y anotar cuánto has gastado en comida, luz, agua, etc.

Con esto podrás nuevamente observar cómo es tu situación financiera mes a mes y además mantendrás el contacto con lo económico para crear hábito e integrar así lo matérico en tu realidad.

Puedes también aprovechar este momento para revisar el estadillo y crear un plan de acción para cerrar/abrir/contratar/cambiar… ese productos financiero que te interesa (o ya no).

 

Jugando en el Patrix

Jugar es muy importante, y como de pequeñas no jugamos lo suficiente (o quizá si pero a mi me siguen quedando ganas), te propongo que sigamos haciéndolo.

Para este ejercicio necesitas: Saber a ciencia cierta tu fase aliada de los euros (puedes registrar mes a mes sobre esto y observar como te comportas en las diferentes fases con relación al dinero), vestirte de forma en la que te sientas bien (bien) segura y un banco al que acudir (puedes elegir mas de uno, y también valen las aseguradoras preferiblemente regentadas por hombres cis encorbatados).

El juego trata de ir por ejemplo a la búsqueda de un deposito a plazo fijo. Entras, saludas y te sientas. Preguntas, preguntas y preguntas (hasta que haga falta) y ¡entiendes! Es un juego sencillo a la par que muy empoderante (de los que dan poderío y sensación de conquista).

Puedes aprovechar este ejercicio y realizarlo en aquellas entidades en las que ya tienes un producto contratado. Así, comprenderás mejor lo que tienes ‘comprado’ y podrás decidir si realmente lo quieres (o no). Te recomiendo que ademas indagues en otros bancos/aseguradoras y realices comparaciones, porque hay mucho en juego querida: tus dineros ni más ni menos.

 

Buenoooo… conste que ya he abierto un documento en mi portátil titulado ‘Las mujeres* y el dinero (Parte 3), así que ¡la saga continua pronto!

Recuerda que si quieres seguir indagando en el tema de las Economías, encuentras recursos para ello en la sección Eco-Recursos de esta web (y por las Diosas, si tienes/descubres algún otro mándamelo). Y comparte-nos tus truquis/tips/briconsejos/vivencias en los comentarios porque…

…Juntas, todas las Padrinas, es como vamos a poner de nuestro lado (también) el dinero. 


*El mural que ilustra el post es de Natalii Rak. (Sigo sin encontrar ilustraciones molonas para esta saga. Si encuentras cualquier imagen que te sugiera mujeres* y dinero, ¿me la mandas, please?

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

Si lees este post el día que ha visto la luz (22 de febrero del 2019),  te cuento que faltan exactamente 13 días para el 8 de marzo. El segundo 8 de marzo histórico en el que la huelga de cuidados, laboral y de consumo será lo que viviremos. No sé si ya somos la cuarta ola (o la quinta) del feminismo. Lo que sé es que es una ola global, un tsunami de mujeres (y personas-realidades diversas) que está azotando fuerte las costas del sistema que quieren hacernos creer que es el único posible.

Pues resulta que no, no es el único. Porque poco a poco vamos encontrando otras islas en medio de océanos oscuros en los que pacer bien a gusto, rodeadas de luz y plantas frescas y fuertes, y de otras Compas que igual que nosotras buscan refugio en medio de Esta Cosa Escandalosa…

Yo, desde mi humilde posición de guerrera que teclea (y prosume, como dice Remedios Zafra), después de (más de) 3 años de registros propios (y entrevistas camufladas a Compas-cómplices) y de lecturas-prácticas que me guían a otras formas de economía(s) posible(s) (entre ellas como sabes, la economía feminista y transformadora, los proyectos cooperativos y comunitarios, el decrecimiento…), quiero posicionarme y dejar en este histórico momento constancia de que... 

…el ciclo menstrual (también) es una forma de resistencia (anti)capitalista.

 

RESISTENCIA DESDE LA(S) PERIFERIA(S)

Sea cual sea tu momento, estés en el punto donde estés de este viaje hacia ti misma, comienzo por contarte que tenemos en nuestras bragas una forma de resistencia feroz. Se llama ciclo menstrual y en realidad, da igual si lo tienes o no, porque lo importante es que como cuerpo cíclico (y/o cuerpo no-normativa), eres periferia, y en las periferias es donde encontramos siempre la(s) resistencia(s).

Esto puede sonar a ‘La guerra de las galaxias’, y es que nunca antes (o quizá sí pero yo no lo sé) la luz y la oscuridad habían estado tan peleadas. Los pueblos «sin cultura ancestral (aparente)» son colonizados rápidamente por esto que llamamos capitalismo neoliberal y los que la tienen, pronto sucumben y dejan atrás lo que marca la potencia de lo local (sus saberes ancestrales, negocios locales, etcétera) en pos de esas multinacionales de brillo-oscuro que prometen esa engañosa abundancia y ese bienestar que genera opresión.

De vuelta a ti, a tus adentros, a tus cavidades, a tu danza hormonal, a tu Cuerpo (especialmente si entendemos esto tanto de forma individual como siendo el Cuerpo colectivo que somos), encontraremos soluciones para resistir esta conquista que (pretende) arrasa(r) con todo.

Considera que todo aquello que no atiende a la lógica productivista (tanto hago, tanto soy) es hacer resistencia. 

Para adentrarnos en esto, comienzo con esta pregunta-reflexión: ¿Cual(es) de tus fases del ciclo menstrual consideras que ‘le gusta más’ a esta lógica? 

Tengo argumentos para decir que atender tu ciclo menstrual (y los procesos de tu Cuerpo) es una forma de resistencia (anti)capitalista. Aquí los enumero mientras desenfundo mi espada láser multicolor:

 

Tiempos, procesos y ciclos

Está claro que tu Cuerpo no atiende a la linealidad con la que está montado todo ahí fuera. Nada de procesos, ni de subidas y bajadas emocionales, nada de vivir más abajo del cuello, nada de dormir ‘demasiado’, ni por supuesto nada de ciclicidad(es). Esto lo nombre como ‘Violencia Lineal‘, y aquí y ahora, lo reitero.

  • Descanso/Acción: Para que tu accionar sea de calidad (tanto para ti como para lo colectivo), tu descanso ha de serlo igualmente. Cada quien y en cada momento podemos tener diferentes formas de descansar. Todas son válidas, siempre y cuando te sirva para respirar y resetearte. Si, lo sé, el descanso puede parecer un gran privilegio (y en muchos casos lo es), por esto traigo esta reflexión activa, porque seguir rascando minutos para ti, es lo que mejor que puedes hacer.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te dan la oportunidad de saber qué tipo de descanso necesitas en cada una de ellas. Y poco a poco, puedes ir generando estrategias para darle espacio.

  • Enfermedad/Salud: ¿Cuál es la línea que separa estos dos conceptos? ¿Quién la marca? ¿Tú o la ciencia médica? ¿Podemos estar sanas en un sistema enfermo? Bajo mi punto de vista somos seres que se balancean entre estos dos conceptos-procesos. Hay enfermedades que es vital que sean diagnosticadas y tratadas, aunque hay otros muchos procesos que vivimos que en realidad no pueden integrarse en ninguna de estas dos ideas dicotómicas.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te harán poner en duda y quizá encontrar nuevas palabras para nombrar esos momentos en los que no te sientes enferma aunque tampoco te encuentras en tu mejor momento.

 

Emociones

En este rato tan MisterWonderfulista, van saliendo estudios y artículos que dejan constancia de que  «ni las sonrisas curan, ni estar feliz es un tratamiento«. Así, ante la reiteración de ciertas corrientes que nos inundan con ‘pensamientos positivos’ (muy poco realistas y nada ubicados en los diferentes contextos), acoger esas otras emociones se convierte en vital para esta Resistencia que te planteo.

  • Tristeza/Alegría: Aunque en la teoría todas sabemos que sin una no podríamos ver-valorar la otra, en la práctica, sostener, acoger y gestionar la Tristeza nos supone un gran reto. Salir a la calle con lágrimas en los ojos es todo un experimento que te invito a probar. Y si puedes, comparte como es este sentimiento para ti, escribe, habla de ello, ubícalo en tu Cuerpo y dale espacio.  
  • Ira/Paz: Te confieso que con esto de la Ira o la Furia tengo un gran reto. Me cuesta articular palabra porque no se bien como es la expresión de esta en mí. Hace unos días vi este TedTalk que me ha resultado de gran inspiración: «La furia de una mujer encierra siglos de sabiduría«… ¿Qué te parece? ¿Cómo llevas tu esto de la Furia?

Durante el ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) sentirás diferentes emociones. Es muy importante estar atenta a todas ellas, como te digo ubicarlas en el Cuerpo y hablarlas te acompañara a saber que no eres la única que las siente y que cada una tiene un sentido en tu tiempo-Vida.

Otras formas

Además de observar ciclos y procesos, y de ir aprendiendo a gestionar las emociones, podemos encontrar otras formas con las que construir un mundo con unos valores ‘menos productivistas’, en el que la premisa ‘tanto hago, tanto soy’ vaya girando a: ‘Tanto (me) cuido (atiendo, gestiono, construyo…), tanto soy’.

  • Profesionalidad y Juego: Pudieran parecer términos opuestos. Aunque yo abogo (y trabajo) por conjuntarlos. ¿Cómo es para ti una persona profesional? ¿Fría, distante, alejada de cualquier emoción? ¿Y si inventamos la forma en la que lo profesional pueda estar atravesado por el juego y la experimentación? ¿Es acaso poco profesional plantear que no sabemos todo y que queremos aprender? El valor del juego es tremendo y en mi opinión una forma fantástica de seguir aprendiendo.
  • Cuidar de mí, me hará cuidar de la Tierra: En mi caso, este proceso de reconexión y acogida de mi propio Cuerpo me está llevando a re-conectar y acoger el cuerpo común. Es decir, a tener más presente la Tierra y con esto, a observar e ir modificando mis propias decisiones en cuanto al consumo, los servicios (que consumo) y mis propios valores de Vida.
  • Otros tiempos, otras fuerzas: Como dicen desde los movimientos decrecentistas: «Vamos lento porque vamos lejos», y es que más vale paso corto en firme que largo y movido (esto último me lo acabo de sacar de la manga).  La velocidad y la intensidad, tener la agenda petada de eventos, ir de un lado para otro, poder con todo, etc. parece que se han convertido en sinónimos de vida, y en realidad, con esto sería clave preguntarnos ‘desde donde, ‘para qué’ y ‘cómo’, porque en estas tres preguntas es donde podemos hallar Resistencia y esas otras formas de crear Vida.
  • Abrazar contradicciones: Seguro que con todo esto se te mueven contradicciones. Sí, a mí también. ¿Y si te digo que estas, y las dudas incluyen un gran poder y un gran valor? El poder está en seguir cuestionándonos, en encontrar brechas por donde detonar y en no perdernos de vista, tanto para aceptar dónde estamos como para vislumbrar a donde queremos ir. 

(Mientras preparo este post, me encuentro con esto en la pagina Femme Punk de Facebook… me lo he imprimido y está encumbrando mi despacho)

 

Registra, cartografía(te), atiende(te), acompaña(te), sé resistencia

En realidad y sobre todo, lo que es resistencia capitalista es atender, gestionar y (si te ves para ello) compartir lo que vives con/durante/en tu ciclo menstrual (además de en otros procesos relacionados con el Cuerpo). Porque todo esto (sobre)vive en la parte de abajo del famoso iceberg de las opresiones, y hacerlo visible, nombrarlo, que exista es ya una forma de sacarlo de esa sombra a la que decidieron relegar a Tristeza, a Juego, a Descanso… y a todo aquello que se considera no-productivo.

Siempre te lo digo, si puedes hacerlo acompañada de Compas-cómplices, mucho mejor. Porque registrar (y compartir los tesoros hallados), atender(te)(os), acompañar(te)(os), es la máxima revolución para poner los Cuerpos en el centro que podemos articular y accionar en nuestras rutinas diarias.

Sigamos siendo Resistencia Tierna y Feroz, y pongamos para esto (también) todo lo que el ciclo menstrual nos muestra en cada fase.

 


*La ilustración es de Montse Tanús

Las mujeres* y el dinero (Parte 1)

Las mujeres* y el dinero (Parte 1)

Sabes bien que no abogo por tener como único medidor de la Vida el dinero, aunque si considero, que si cuestionamos y observamos cómo es nuestra relación con el recurso económico, podemos darle el lugar que merece (ni más ni menos) y continuar dedicándonos a valorizar (también) todas esas cosas que si son determinantes para esa Vida que merece ser vivida y que deseamos. En este primer post (de no se bien cuantos :)), te comparto claves para reflexionar sobre este concepto que tantos dolores de cabeza nos trae.

 

¿QUÉ ES PARA TI EL DINERO?

Puedes empezar por esta sencilla y a la vez tal compleja pregunta. Puedes observar qué es lo primero que te viene a la cabeza (y a cada centímetro de tu piel) cuando alguien dice ‘dinero’, o ‘finanzas’, o ‘negociar’… o de qué forma reaccionas cuando una conversación deriva a hablar de este asunto. ¿Tensión? ¿Huida? ¿Alejamiento? ¿Susto? ¿Bajada del auto-concepto? La(s) emoción(es) que vivas determinan y te dan las pistas necesarias para comenzar por el principio: ¿Qué dice tu Cuerpo al respecto? 

Sientas lo que sientas puedes estar tranquila, porque es muy común que las leídas como mujeres vivamos estas emociones de distancia y desconcierto con este tema, de no saber que hacer e incluso de no querer hablar sobre esto porque tememos que ‘nos pillen’ o que nos metan (más) goles. Esto no es casual, (una vez más) se le llama patriarcado y nos ocurre porque…

…HISTÓRICAMENTE (TAMPOCO) NOS CORRESPONDE

Si miras hacia atrás en tu propia historia, y en la de tu familia, seguramente podrás ver que aunque en muchos casos han sido las mujeres las que se han ocupado de la administración de los euros (anteriormente pesetas y en otros lugares las divisas correspondientes) de una forma casi mágica (dicho sea de paso), han sido los hombres los que se han encargado de su obtención, dejándonos en un lugar secundario (para no variar) y con esa sensación de no merecer, de que no es nuestro, y por tanto, de que no nos corresponde. El dinero no nos ha pertenecido y en muchos casos (especialmente si miramos a nuestras abuelas) siquiera tenían la oportunidad de ganarlo, ni en un empleo ‘común’, ni con el históricamente invisibilizado GRAN TRABAJO llamado trabajo de cuidados y de reproducción de la Vida

Fue con la llegada de las mujeres al empleo remunerado cuando esto comenzó a cambiar, aunque aún hoy en día es muy probable que te cueste mucho pedir un aumento de sueldo (incluso sabiendo que lo merecemos), negociar una hipoteca o hablar dentro de tu colectivo sobre la situación financiera del mismo. ¿Por qué crees que te ocurre esto? ¿Consideras que puede tener que ver con la construcción que tienes sobre este tema? ¿Qué sabes sobre la relación de tu familia de origen y el dinero? ¿Cómo dirías que ha sido (y es) la tuya?

 

CULTURA FINANCIERA… 

Al igual que ocurre con la cultura menstrual, nos falta mucha mucha cultura financiera. Sería todo un detalle que en el cole en vez de tanta formula que no usaremos nunca jamás, nos enseñaran qué significa TAE, qué es el interés compuesto, o cómo funciona la normativa de seguros de nuestro país. Pero que esto no ocurra tampoco es casual, se le podría llamar ‘aborregamiento colectivo para el enriquecimiento de unos pocos’. Por lo que esta cultura (igual que ocurre con la menstrual) será en nuestra adultez responsabilidad nuestra, al menos, si queremos formar parte de ello, y creo que no formar parte, es casi imposible.

Para este proceso de auto-formación que debemos hacer, es muy muy (muy) importante tener presente que el dinero (en la mayoría de los casos) lo obtenemos por el intercambio que acordamos al tener un empleo, es decir, al dedicar (normalmente un montón de) horas a realizar una actividad económica. Por lo que cambiamos nuestro tiempo por dinero

Desde este punto te planteo las siguientes preguntas-llave: ¿Es de recibo que este dinero que tanto esfuerzo me ha costado conseguir, lo deje en manos de ciertas entidades para que sean estas las que jueguen y se beneficien de él? ¿En qué condiciones? ¿Qué hará esta entidad con estos euros míos que tanto sudor esconden? ¿Cuanto de lo que compro (productos financieros o seguros) comprendo totalmente? ¿Compraría por ejemplo un coche, sin entender al detalle su funcionamiento? ¿Por qué entonces lo hago si se trata por ejemplo de un plan de pensiones con una letra pequeña escrita en chino?

…y ÉTICA

Uno de los momentos mas impactantes que recuerdo en estos últimos años, fue cuando después de haber sido agente financiero y considerar que tenía mis finanzas ‘en orden’, llegué a los feminismos y descubrí el concepto de banca ética. Ahí comprendí que la lucha/resistencia es muy importante, y que esta no podría ser coherente (entiéndase esto como un camino-utopía) si los dineros de las feministas estaban perpetuando ‘el mal’ en entidades de banca tradicional. Me resultó curiosamente contradictorio como esta no-responsabilidad con el recurso económico esta funcionando en contra de ese mundo más justo que intentamos construir en nuestro día a día.

Necesitamos que el dinero también cambie de bando (y de bancos), necesitamos que este ubicado en esas ‘otras’ entidades que están haciendo un trabajo para que estas inversiones (que no son otra cosa que nuestros ahorros) estén colocadas en lugares que posibiliten la creación de realidades mas equitativas y cercanas a nuestras luchas/resistencias

 

Esta vez más que nunca te pido que consideres esta reflexión como UN CAMINO y que si te resuena el tema, vayas investigando sobre estas otras economías posibles. El sistema tradicional esta muy bien montado e ir desmontandolo desde ti puede resultarte un bosque frondoso y lleno de aristas. Lo entiendo muy bien, por lo que si quieres seguimos de la mano :).

REGISTRO para la RE-SIGNIFICACIÓN 

Sabes que re-significar se ha vuelto la palabra de moda en mi vocabulario. Son muchas las palabras que necesitan de otro imaginario, que necesitan ser desempolvadas y mirar qué esconden entre letras, que necesitan que vayamos a la raíz etimológica (y a la nuestra propia en relación a esa palabra) para ver su construcción original, y su significado en nuestros cuerpos. Y entre estas, está EL DINERO.

Para comenzar a observar esto, ¡Qué mejor que registrar sobre nuestra relación con el recurso económico! 😀

¿Has observado alguna vez si hay diferencias entre tus fases y cómo se relacionan estas con el dinero? ¿Hay en alguna fase en la que le das más vueltas al tema? ¿Por qué crees que es esto? ¿Has comprobado cuando tienes más ganas de hablar sobre esto? ¡Te invito a que anotes y escribas sobre esto, y por supuesto, si quieres, que nos lo compartas! (Yo he descubierto mi fase TOP para este tema… te contaré sobre esto más adelante). 

Si mientras, quieres seguir indagando en este apasionante tema, AQUÍ tienes la página ECO-RECURSOS de la web donde voy recopilando recursos para hacer girar esta rueda de la economía hacia nosotras. (¿Tienes algún otro? Puedes compartirmelo desde AQUÍ o en los comentarios de este mismo post).

 

 

¿Quieres seguir rascandole al tema? AQUÍ tienes la segunda parte de esta saga 🙂


*La ilustración es de Raquel Marín. (Por cierto, no he podido encontrar una ilustración en la que aparezca una mujer y dinero… señal de lo que te cuento arriba 😉 ¿Sabes de alguna? )

El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)

El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)

Tal y como te contaba en el primer post sobre ‘El Tiempo/Los Tiempos (Parte 1)‘, poner el foco en los segundos de vida es no andar regalando arena de nuestro reloj propio (sin que así lo queramos). ¿Cómo sería tu vida si pudieras atender a tus ritmos propios? Artículo con tabla-llave para continuar caminando de vuelta a Casa. A tu cuerpo, a tus tiempos. A nuestros cuerpos, a nuestros tiempos.

 

De lo cíclico a lo lineal (alejándonos del entorno)

Si aún vamos un poco más atrás en la historia de lo que te comentaba en el primer post relacionado con los tiempos, las culturas originarias medían sus tiempos de forma cíclica, las estaciones y las lunas lo marcaban todo, ya que de esta manera era como sabían cuando tocaba sembrar o recorrer (por ejemplo).

Fue con la llegada de la cultura cristina, y para que esta tuviera un lugar más donde validarse, cuando se legitimó y comenzó a usarse la forma lineal del tiempo que ahora conocemos. La vida terrenal de cada persona quedaría así marcada con un fin (que llegaría con la muerte como idea individual) y el concepto de “vida eterna” debía quedar fuera de la imaginación de cualquier ser humano a menos que fuera con el fin de habitar edenes o infiernos.

Desde entonces los cuerpos cíclicos (y todos los cuerpos que viven procesos, osease, todos los cuerpos) (sobre)vivimos sufriendo esta violencia lineal creada por un sistema que lo único que busca es que unos pocos se beneficien (expoliando, tanto a humanos como a animales como a la Tierra misma) mientras que el resto hacemos malabares entre una salud-enfermedad (y otros tantos procesos fisiológicos) que cada día está más atravesada por factores que difícilmente podemos ‘controlar’.

 

De lo lineal a lo cíclico (de vuelta a Casa)

Podemos entonces considerar que el tiempo, como forma lineal es (también) una construcción cultural, que tiene la perspectiva opresiva heteropatriacocapitalista como eje y que por tanto, no entiende (ni atiende) a los ritmos de los Cuerpos. Así, la ciclicidad generada por nuestra danza hormonal no existe en los tiempos productivos, y esto (como no)  nos lleva a nosotras a estirarnos cual pajitas para continuar el ritmo infernal al que nos empujan.

¿Cómo sería tu Vida si pudieras atender tus tiempos propios?

Te propongo que reflexiones de manera activa sobre esta pregunta, y que juegues a imaginarte y a fantasear con cómo seria esa Vida que para ti merece ser vivida. Si te animas puedes escribirlo con todos los detalles que se te ocurran. ¿A qué te gustaría dedicarte en tu empleo? ¿Cómo es ese lugar en donde te gustaría vivir? ¿Cómo son las personas de las que te rodeas? ¿A qué dedicas tus tiempos propios? Esto no va de hacer la carta a esos reyes magos (que por cierto, son otra construcción social terrible y que bajo mi punto de vista incita a la mentira y a la desconfianza), va más bien de que continúes construyendo ese ‘otro imaginario’ para ti y para las personas que te rodean.

 

Concretando tiempos

Ok, volvemos a la tierra, a tu cuerpo, a tu Vida 🙂 y para poder concretar lo que te comento arriba, aquí abajo tienes una tabla-clave-llave. En ella encontrarás los días de la semana y las diferentes acciones que realizamos a lo largo de esta. Se trata de que la imprimas y que junto a tu registro menstrual (¿Vas con ello, verdad? ;)), te dediques un rato al día a completarla. (Accedes a ella haciendo click en la imagen de aquí abajo).

Al final de la semana puedes obtener los porcentajes y ver así cómo utilizas este preciado y tan conquistado tesoro que son nuestros segundos. Y si completas la tabla durante más o menos 4 semanas (o la duración que tenga tu ciclo), podrás ver de qué formas se relacionan tus tiempos y tus fases.

También puedes reflexionar sobre las tensiones que te haya generado el clasificar tus quehaceres en las categorías que aparecen, por ejemplo, si tu ‘vida social’ y tus actividades de ‘militancia’ están relacionadas o si consideras como ‘formación’ alguna charla a la que hayas asistido en tu colectivo.

Si te das al ejercicio, recuerda que no hay bueno ni malo. Quizá te asomen juicios (es probable) y cosas que te parece que no están bien. Recuerda que todxs estamos conquistadas por historias, tiempos, deseos y necesidades ajenas, y esta herramienta esta ideada únicamente para ser usada como faro e inspiración para continuar abriendo brechas hacia tu cuerpo y tu Vida.

 

En relación y hacer red para la reconquista

Si convives con más personas, podéis hacer este ejercicio de manera individual y luego ponerlo en relación, porque así será como podáis ver si dentro de la convivencia las tareas/trabajos/cuidados son equitativos y están equilibrados o si hay que proponer alguna otra medida de valor para darles el lugar que merecen.

Si trabajas dentro de algún colectivo, también puede ser un buen ejercicio para visibilizar tareas y tiempos (y repartirlas si fuera necesario) entre las personas participantes, y ver así, que es lo que más se visibiliza (y normalmente valora) y que no.

Y por supuesto, te recuerdo que yo estoy al otro lado realizando estos mismos ensayos/practicas/investigaciones que te propongo, por lo que estaré tremendamente encantada y agradecida si quieres compartir conmigo cualquier reflexión, comentario o aportación.

¡Al igual que los cuerpos, será también juntas como reconquistemos los tiempos!


*El dibujo de este post es mio y esta pintado con sangre menstrual. Puedes ver mas dibujos-experimento en LA GALERÍA.

De danzas y procesos creativos

De danzas y procesos creativos

Estreno despacho. La mesa no, esta es conocida. Las teclas tampoco, ni los papeles que me persiguen como buena parte de lo que Soy. Sí, me estoy mudando, y lo escribo en presente porque aunque todas mis cosas ya han llegado, mi yo más emocional aún está en ello. Y hoy, escribo desde este rincón virtual (propio) ubicado también en mi nuevo espacio (propio) para contarte sobre el proceso creativo que estoy viviendo, que tiene mucho de danzas varias y que he procurado resumir en los siguientes pasos de baile:

 

Procesos creativos y el fluir de la Vida

Cuando comencé con esto que lees nunca pensé que los procesos creativos y los ‘auto-empleos’ como este (que se mueven al son de mi propio viaje de Vida) serían tan complejos. He tenido ganas de escribir más de una vez sobre esto, especialmente porque yo misma tenía muy ‘romantivizado’ (fantasear con que algo es mucho más guay de lo que en realidad es) el tema, y soy yo misma ahora, la que me voy topando con las dificultades al decidir (intentar) crear una vida en la que valerme de mis ideas, movimiento propio e imaginaciones-reales sin morir (y sin que muera el proyecto) en el intento.

Por ejemplo durante esta última semana en la que hemos estado transportando cajas (llenas de recuerdos) y centrada únicamente en crear un nuevo hogar (en medio de un caos contenido entre cartones), el proyecto (este y también otros en los que participo) han quedado aparcados entre los archivadores y documentos que por fin ayer, conseguí desempacar. Considero un privilegio poder hacer este paréntesis productivo para centrarme en mi vida personal, y también, un ejercicio de modificar prioridades de un momento a otro.

Estos días he pensado mucho en las cientos de causas y razones (probablemente más complejas que una mudanza de urgencia) por las que a todxs en cualquier momento puede pasarnos esto de tener que modificar nuestros tiempos y quehaceres, porque estamos en relación con el entorno y lo que nos ocurre (también en el Patrix), porque somos cuerpos (vulnerables) que mutan, danzan y viven.

 

Principio de incertidumbre y un flow certero

El principio de incertidumbre de Heisenberg (explicado de forma muy resumida) dice que todo acto es modificado cuando es observado por alguien, y esto, es exactamente lo que ocurre cuando decides sacar ‘a la luz’ cualquier creación que tienes dentro. Cuando alguien más la ve, deja de ser igual a lo que tú creías porque resulta ‘modificada’ por esos ojos que lo miran. Esto es por otra parte lo que ocurre cuando decidimos colectivizar algo, y en este caso, el proyecto va mutando en relación a las peticiones concretas de los grupos diversos con los que voy trabajando y al proceso experimental que (procuro) mantener.

Es por tanto un flow constante que se ve (además) atravesado por mi propio proceso de investigación tanto en lo relacionado con la cultura menstrual, como en la economía feminista y en el discurso cambiante que sostengo como forma de continuar aprendiendo y caminando este sendero a ratos frondoso y otros desértico.

 

Orgánico y manteniendo el modo serio del juego

¿Has observado alguna vez a unx niñx jugando? ¡Es lo más serio que puede haber en la Tierra! La concentración y presencia que las criaturas habitan mientras juegan (si no son interrumpidxs por algún adultx), es una de esas magias que nos regalan.

Etimológicamente la palabra juego proviene del latin iocari y literalmente significa “hacer algo con alegría”.

Si te soy sincera, y aunque desde el principio enarbolo la bandera del ‘juego’ (como forma de resistencia capitalista al no tener unos objetivos claros definidos y también como proceso Vivo y sin un fin concreto), me voy dando cuenta de que hay una fina (finísima) línea entre mantener este modo y al mismo tiempo ser capaz de tomarme en serio. Ya te contaba en el artículo de la ‘impostora cíclica’ como entre las características con las que hemos sido educadas los cuerpos leídos como ‘mujer, está esta de poner constantemente en duda el valor de lo que hacemos (tanto lo más emocional como en el caso del reconocimiento propio, como en lo más matérico y monetario). Y yo, continuo en este aprendizaje desde lo orgánico y desde lo que la Vida me trae para continuar experimentando este juego-proyecto-serio que me traigo entre manos.

 

Sentarme y bailar

Ando por tanto en diversas danzas. No me importa demasiado si estas se dan al son de mesas políticas o en encuentros entre amigas, me sirven unas cervezas espontaneas en medio de una mudanza o un encuentro ‘formal’ en alguna de las fantásticas Emakumeen Etxeak (Casas de Las Mujeres) que estoy visitando por Euskal Herria. Porque sé, que en todos estos momentos-baile, estoy y estamos siendo parte de la construcción de una nueva cultura, la menstrual, la no-lineal, la de nuestros cuerpos olvidados en lo hegemónico, a los que por fin (poco a poco y juntas) merecemos llegar.

Aun no se bailar mi baile. A veces me caigo y lloro un rato en el frío suelo, otras creo coreografías que me alegran y me ayudan a continuar. La danza no es cierta, ni los pasos (no) marcados, ni los ritmos cambiantes, ni el estilo (in)definido, ni el espacio en donde moverla y moverme, aunque considero que cualquier momento es bueno para practicar un poco más y además, ya lo decía aquel: “Un día sin bailar, es un día perdido”.


*La ilustración se titula «Bailando conmigo» y es de EsCarolota.

El tiempo / Los tiempos (Parte 1)

El tiempo / Los tiempos (Parte 1)

Abordar este tema se me antoja como hablar del origen mismo del universo. Alguna vez he pensado que podría haber sido filósofa, y es que es uno  de mis hobbies que últimamente se ha visto inspirado por la serie Merlí (¿La has visto? ¡Te la recomiendo!). En este post mi intención es ir concretando algo abstracto y seguir ubicando nuestro entorno para así no perdernos de vista. Por lo que dale la vuelta al reloj de arena, y ¡vámonos!

 

Cuerpo(s) y segundos, ambos finitos

Vinimos a la Tierra (sea como sea esto, que podríamos filosofar también largo y tendido) con un cuerpo y unos segundos de vida. Y aquí estamos, en un tiempo que no durará un eón[1] (o si), con unas carnes que alguna vez serán polvo y en un planeta que aunque el capitalismo neoliberal nos vende sin límites, todas (y todos) sabemos que los tiene.

Todo muy optimista, ¿eh? No, en serio: Somos finitas, y nuestro tiempo también.

El tiempo es tan elástico como denso. Coincidirás conmigo en que hay días que se pasan en un abrir y cerrar de ojos, y otros en los que parece que hubiera pasado toda una eternidad. Sea como sea, LOS TIEMPOS SON NUESTROS, aunque al igual que nuestras carnes morenas, los relojes también sufren de una conquista capitalista sin precedentes que nos hace vivir en la angustia del ‘no llego’, ‘no me da tiempo’… Tener esto bien presente, continuará acompañándonos a tener los ladrones de tiempo muy en cuenta para continuar ubicando cuales son nuestras decesidades y prioridades, y sobre todo, para saber de qué maneras gestionamos nuestro bien más preciado: El tiempo.

 

La era del aburrimiento que nunca llegó

Tal y como expone Bregman en el libro ‘Utopía para realistas’: “George Bernar Shaw, el dramaturgo galardonado con el Nobel, predijo en 1900 que, a ese ritmo, en el año 2000 los obreros solo trabajarían dos horas diarias.”[2]

Se estimaba que dado el crecimiento de la robótica y las tecnologías (que nacían entonces), el tiempo dedicado al trabajo remunerado y productivo iría disminuyendo, y que en consecuencia podríamos darnos a la vida contemplativa y desarrollar nuestros talentos en el arte, el placer o que sencillamente tendríamos que aprender a lidiar con el aburrimiento. ¡¿Puedes imaginártelo?!

Sospecho que en aquella época no pensaban en viajes de 10 días que recorren el mundo, ni en pantallas gigantes en cada hogar, ni en ropas cambiantes por ‘cada temporada’… Por ello, lo que pensaron era que para cubrir las necesidades que ahora llamamos básicas y que en aquella época eran el «todo necesario para la Vida», con trabajar 8 horas semanales sería suficiente.

Lo que ha resultado ha sido todo lo contrario. Bajo mi punto de vista, además de porque las políticas feroces legitiman e impulsan las desigualdades y el empobrecimiento brutal al que somos sometidas con la precarización de los empleos remunerados (y al que a la vez sometemos a la parte del mundo ‘que no vemos’), ha sido porque (parece ser que) cada vez necesitamos más y más cosas para vivir además de porque nos han contado que la acumulación capitalista es el fin mismo de la Vida. Y aquí nace la primera pregunta (que siempre abre más y más interrogantes): ¿De veras que las necesitamos? ¿De veras que el tiempo invertido en trabajo productivo para la adquisición de todas estas cosas, merece la alegría? ¿De veras que no hay otras ‘cosas’ que podamos/queramos acumular/vivenciar/experimentar usando ese mismo tiempo?

 

El tiempo (también) es político

Al igual que cada uno de nuestros cuerpos, el tiempo, los tiempos que tenemos también son políticos. Con esto quiero decir que el uso (o desuso) de estos hará que lo que hagamos con ellos nos lleve en una dirección o en otra. Y también hará que el planeta entero gire en determinada dirección.

El tiempo, es economía, porque como te digo el empleo que demos a cada uno de nuestros segundos, determinará en gran medida el rumbo de nuestras vidas. Y no quiero confundirte con esto, sabes bien que no abogo por (y que me estoy quitando del) productivismo con perspectiva/intención acumulativa. No se trata de trabajar más horas ni con más intensidad, sino de poner el foco en donde invertimos el tiempo y en donde colocamos el dinero que obtenemos mediante el uso de éste. 

Desde los feminismos hablamos de la conquista de los cuerpos, y en mi opinión, también los tiempos requieren de una reconquista. Todo está (todo el tiempo, valga la redundancia) atravesado por un capitalismo que se nos inserta desde el iris, nos vibra por todo el cuerpo y finalmente se enraíza en nuestros cerebros en cuanto vemos por ejemplo, un anuncio. Entonces, ¿qué hacemos con esto? ¿Cómo rompemos esta seducción dañina que a cada rato sentimos en nuestras entrañas?

Sé que la cosa esta chunga, que la precarización (y falta de valor) de los trabajos nos deja en bragas constantemente y que muchas ‘no llegamos’ (pronto más sobre este temón que es el dinero). Sabes que mi propuesta es decrecer y si es acuerpadas, mucho mejor. Y no como forma de ‘austeridad’, ni impulsadas por las políticas ‘austericidas’, sino más bien como una decisión hacia la Vida que merece ser vivida, tanto individual, como colectivamente. Porque las formas de consumo de este nuestro occidente no se sostienen, y porque si además, para vivir de esta forma tenemos que invertir tanto tiempo en trabajos que no nos gustan, ¿acaso no merece esto una parada reflexiva?

 

Tiempos al MAPA

¿Recuerdas el Mapa del tesoro? Aquí tienes este post. ¿Lo hiciste? (Bueno, ahora también puede ser un buen tiempo para hacerlo).

Rescátalo y observa aproximadamente el tiempo que dedicas a cada uno de tus satélites, tomando por ejemplo la medida de una semana.

¿Cuánto tiempo dedicas a tu(s) trabajo(s) remunerados? ¿Cuánto a los cuidados de otras personas o a las relaciones que te nutren? ¿Cuánto a tu propio cuidado y a la atención de tus decesidades?

Recuerda que NO HAY JUICIO POSIBLE, ESA ES TU REALIDAD y ES BIEN. Si observas que hay algo que te gustaría modificar, márcalo y estate bien atenta a los tiempos que le dedicas a esto. Un pie tras otro, no hay ningún sitio al que llegar, y lo más importante, no hay prisa para hacerlo. Porque la prisa es otro mecanismo capitalista, y tomarnos nuestros tiempos propios (los del Cuerpo, los de los procesos que nos indican que estamos en la Vida) es resistencia y subversión cuidada.

 

Aquí encuentras la segunda parte de este post ‘El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)‘.

 

[1] Eón: En filosofía, período de tiempo indefinido e in-computable.

[2] ‘Utopía para realistas’. Rutger Bregman (Ed. Salamandra). Pag.121


En que me ando…?

✔El día 27 de Octubre estaré en Torrelavega participando en el IV Foro Cántabro por el Cambio, será en Cima Torrelavega (Paseo Rochofort Sur Mer S/N), a partir de las 10:00. Estaré junto a otras Compas muy interesantes hablando  sobre el proyecto en el espacio titulado: «Experiencias feministas en la económica de mercado: Hacia una economía Feminista«. (Entrada libre). ¡Nervios y ganas! Si vienes porque lo has leído por aquí, POR FAVOR, ven y nos abrazamos:)

✔El 10 de Noviembre estaré también en Cantabria (ampliando horizontes). Esta vez estaré junto a Izaskun Zarrandikoetxea (de Mundo Ivaginario) en un taller titulado «Conociéndonos para disfrutarnos» que organizan «Mujeres jóvenes Cantabria». Le daremos espacio a la Cultura Menstrual, y que sea tejiendo redes colaborativas, ¡me entusiasma! Tienes más info, AQUÍ.

✔ ¿Qué tú también quieres que nos encontremos y que sigamos creando Cultura Menstrual y Economía Feminista? AQUÍ tienes mi propuesta, y si tú tienes otra, cuéntame e hilamos juntas 🙂 (Me contactas desde AQUÍ).

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