De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

Si lees este post el día que ha visto la luz (22 de febrero del 2019),  te cuento que faltan exactamente 13 días para el 8 de marzo. El segundo 8 de marzo histórico en el que la huelga de cuidados, laboral y de consumo será lo que viviremos. No sé si ya somos la cuarta ola (o la quinta) del feminismo. Lo que sé es que es una ola global, un tsunami de mujeres (y personas-realidades diversas) que está azotando fuerte las costas del sistema que quieren hacernos creer que es el único posible.

Pues resulta que no, no es el único. Porque poco a poco vamos encontrando otras islas en medio de océanos oscuros en los que pacer bien a gusto, rodeadas de luz y plantas frescas y fuertes, y de otras Compas que igual que nosotras buscan refugio en medio de Esta Cosa Escandalosa…

Yo, desde mi humilde posición de guerrera que teclea (y prosume, como dice Remedios Zafra), después de (más de) 3 años de registros propios (y entrevistas camufladas a Compas-cómplices) y de lecturas-prácticas que me guían a otras formas de economía(s) posible(s) (entre ellas como sabes, la economía feminista y transformadora, los proyectos cooperativos y comunitarios, el decrecimiento…), quiero posicionarme y dejar en este histórico momento constancia de que... 

…el ciclo menstrual (también) es una forma de resistencia (anti)capitalista.

 

RESISTENCIA DESDE LA(S) PERIFERIA(S)

Sea cual sea tu momento, estés en el punto donde estés de este viaje hacia ti misma, comienzo por contarte que tenemos en nuestras bragas una forma de resistencia feroz. Se llama ciclo menstrual y en realidad, da igual si lo tienes o no, porque lo importante es que como cuerpo cíclico (y/o cuerpo no-normativa), eres periferia, y en las periferias es donde encontramos siempre la(s) resistencia(s).

Esto puede sonar a ‘La guerra de las galaxias’, y es que nunca antes (o quizá sí pero yo no lo sé) la luz y la oscuridad habían estado tan peleadas. Los pueblos «sin cultura ancestral (aparente)» son colonizados rápidamente por esto que llamamos capitalismo neoliberal y los que la tienen, pronto sucumben y dejan atrás lo que marca la potencia de lo local (sus saberes ancestrales, negocios locales, etcétera) en pos de esas multinacionales de brillo-oscuro que prometen esa engañosa abundancia y ese bienestar que genera opresión.

De vuelta a ti, a tus adentros, a tus cavidades, a tu danza hormonal, a tu Cuerpo (especialmente si entendemos esto tanto de forma individual como siendo el Cuerpo colectivo que somos), encontraremos soluciones para resistir esta conquista que (pretende) arrasa(r) con todo.

Considera que todo aquello que no atiende a la lógica productivista (tanto hago, tanto soy) es hacer resistencia. 

Para adentrarnos en esto, comienzo con esta pregunta-reflexión: ¿Cual(es) de tus fases del ciclo menstrual consideras que ‘le gusta más’ a esta lógica? 

Tengo argumentos para decir que atender tu ciclo menstrual (y los procesos de tu Cuerpo) es una forma de resistencia (anti)capitalista. Aquí los enumero mientras desenfundo mi espada láser multicolor:

 

Tiempos, procesos y ciclos

Está claro que tu Cuerpo no atiende a la linealidad con la que está montado todo ahí fuera. Nada de procesos, ni de subidas y bajadas emocionales, nada de vivir más abajo del cuello, nada de dormir ‘demasiado’, ni por supuesto nada de ciclicidad(es). Esto lo nombre como ‘Violencia Lineal‘, y aquí y ahora, lo reitero.

  • Descanso/Acción: Para que tu accionar sea de calidad (tanto para ti como para lo colectivo), tu descanso ha de serlo igualmente. Cada quien y en cada momento podemos tener diferentes formas de descansar. Todas son válidas, siempre y cuando te sirva para respirar y resetearte. Si, lo sé, el descanso puede parecer un gran privilegio (y en muchos casos lo es), por esto traigo esta reflexión activa, porque seguir rascando minutos para ti, es lo que mejor que puedes hacer.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te dan la oportunidad de saber qué tipo de descanso necesitas en cada una de ellas. Y poco a poco, puedes ir generando estrategias para darle espacio.

  • Enfermedad/Salud: ¿Cuál es la línea que separa estos dos conceptos? ¿Quién la marca? ¿Tú o la ciencia médica? ¿Podemos estar sanas en un sistema enfermo? Bajo mi punto de vista somos seres que se balancean entre estos dos conceptos-procesos. Hay enfermedades que es vital que sean diagnosticadas y tratadas, aunque hay otros muchos procesos que vivimos que en realidad no pueden integrarse en ninguna de estas dos ideas dicotómicas.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te harán poner en duda y quizá encontrar nuevas palabras para nombrar esos momentos en los que no te sientes enferma aunque tampoco te encuentras en tu mejor momento.

 

Emociones

En este rato tan MisterWonderfulista, van saliendo estudios y artículos que dejan constancia de que  «ni las sonrisas curan, ni estar feliz es un tratamiento«. Así, ante la reiteración de ciertas corrientes que nos inundan con ‘pensamientos positivos’ (muy poco realistas y nada ubicados en los diferentes contextos), acoger esas otras emociones se convierte en vital para esta Resistencia que te planteo.

  • Tristeza/Alegría: Aunque en la teoría todas sabemos que sin una no podríamos ver-valorar la otra, en la práctica, sostener, acoger y gestionar la Tristeza nos supone un gran reto. Salir a la calle con lágrimas en los ojos es todo un experimento que te invito a probar. Y si puedes, comparte como es este sentimiento para ti, escribe, habla de ello, ubícalo en tu Cuerpo y dale espacio.  
  • Ira/Paz: Te confieso que con esto de la Ira o la Furia tengo un gran reto. Me cuesta articular palabra porque no se bien como es la expresión de esta en mí. Hace unos días vi este TedTalk que me ha resultado de gran inspiración: «La furia de una mujer encierra siglos de sabiduría«… ¿Qué te parece? ¿Cómo llevas tu esto de la Furia?

Durante el ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) sentirás diferentes emociones. Es muy importante estar atenta a todas ellas, como te digo ubicarlas en el Cuerpo y hablarlas te acompañara a saber que no eres la única que las siente y que cada una tiene un sentido en tu tiempo-Vida.

Otras formas

Además de observar ciclos y procesos, y de ir aprendiendo a gestionar las emociones, podemos encontrar otras formas con las que construir un mundo con unos valores ‘menos productivistas’, en el que la premisa ‘tanto hago, tanto soy’ vaya girando a: ‘Tanto (me) cuido (atiendo, gestiono, construyo…), tanto soy’.

  • Profesionalidad y Juego: Pudieran parecer términos opuestos. Aunque yo abogo (y trabajo) por conjuntarlos. ¿Cómo es para ti una persona profesional? ¿Fría, distante, alejada de cualquier emoción? ¿Y si inventamos la forma en la que lo profesional pueda estar atravesado por el juego y la experimentación? ¿Es acaso poco profesional plantear que no sabemos todo y que queremos aprender? El valor del juego es tremendo y en mi opinión una forma fantástica de seguir aprendiendo.
  • Cuidar de mí, me hará cuidar de la Tierra: En mi caso, este proceso de reconexión y acogida de mi propio Cuerpo me está llevando a re-conectar y acoger el cuerpo común. Es decir, a tener más presente la Tierra y con esto, a observar e ir modificando mis propias decisiones en cuanto al consumo, los servicios (que consumo) y mis propios valores de Vida.
  • Otros tiempos, otras fuerzas: Como dicen desde los movimientos decrecentistas: «Vamos lento porque vamos lejos», y es que más vale paso corto en firme que largo y movido (esto último me lo acabo de sacar de la manga).  La velocidad y la intensidad, tener la agenda petada de eventos, ir de un lado para otro, poder con todo, etc. parece que se han convertido en sinónimos de vida, y en realidad, con esto sería clave preguntarnos ‘desde donde, ‘para qué’ y ‘cómo’, porque en estas tres preguntas es donde podemos hallar Resistencia y esas otras formas de crear Vida.
  • Abrazar contradicciones: Seguro que con todo esto se te mueven contradicciones. Sí, a mí también. ¿Y si te digo que estas, y las dudas incluyen un gran poder y un gran valor? El poder está en seguir cuestionándonos, en encontrar brechas por donde detonar y en no perdernos de vista, tanto para aceptar dónde estamos como para vislumbrar a donde queremos ir. 

(Mientras preparo este post, me encuentro con esto en la pagina Femme Punk de Facebook… me lo he imprimido y está encumbrando mi despacho)

 

Registra, cartografía(te), atiende(te), acompaña(te), sé resistencia

En realidad y sobre todo, lo que es resistencia capitalista es atender, gestionar y (si te ves para ello) compartir lo que vives con/durante/en tu ciclo menstrual (además de en otros procesos relacionados con el Cuerpo). Porque todo esto (sobre)vive en la parte de abajo del famoso iceberg de las opresiones, y hacerlo visible, nombrarlo, que exista es ya una forma de sacarlo de esa sombra a la que decidieron relegar a Tristeza, a Juego, a Descanso… y a todo aquello que se considera no-productivo.

Siempre te lo digo, si puedes hacerlo acompañada de Compas-cómplices, mucho mejor. Porque registrar (y compartir los tesoros hallados), atender(te)(os), acompañar(te)(os), es la máxima revolución para poner los Cuerpos en el centro que podemos articular y accionar en nuestras rutinas diarias.

Sigamos siendo Resistencia Tierna y Feroz, y pongamos para esto (también) todo lo que el ciclo menstrual nos muestra en cada fase.

 


*La ilustración es de Montse Tanús

De Premen, muros y alas

De Premen, muros y alas

PREMEN día 25 del ciclo. 10 de junio del 2018.

 

Me he topado con límites que desconocía. Una vez más.

Suele ser así siempre, me los topo de morros cuando por alguna razón, creí haber nacido con alas.

Será por mi nombre. A veces fantaseo con que incluso volar, puede ser mi destino.

Aún es pronto, siquiera soy una polluela asomando por el cascarón.

Quizá sea más bien una cría de serpiente a la que algún día le crezcan alas.

 

Me vienen los muñones de los que habla Teach E. Simulacro de algo que alguna vez tuvo plumas.

Recuerdo las alas mojadas de las que he oído (leído) hablar a varias Compas.

El neoliberalismo más positivista me contó que TODO lo podía hacer,

[sin hablarme de que existían muros-propios creados por Él mismo]

Que si QUERÍA algo PODÍA hacerlo,

[sin contarme que toda acción tiene siempre alguna consecuencia]

Y yo, me lo creí con la más ciega fe de mis entrañas.

[olvidada de mi ‘ubicación actual’ y perdida al mismo tiempo en ella]

Sin cuestionar cúal era la distancia que había entre mi jaula y esa prometida isla llamada libertad.

Seducida por los cantos de sirenos del otro lado del puente que nunca construí.

 

Ando a tientas por lugares oscuros que llevan tiempo ahí, aquí.

Me aferré a las más brillantes luces que emanaban sonrisas sostenidas.

Y aquí, ahora, aprehendo a acudir a esos lugares entre mantas y cuerdas con las que poder regresar.

Incluso sin saber bien dónde es esto.

 

¿Cómo iba a poder hacer TODO? ¿Qué es TODO?

¿Qué intereses esconde este traicionero sistema-wonderful?

¿Cuántas nuevas trampas somos capaces de inventarnos con tal de no reconocer nuestra vulnerabilidad en este existir finito, en un tierra que también lo es?

 

Siento la sangre anidada en el extremo más bajo de mi útero.

Está tocando la puerta-cérvix con un suave cántico de calma.

No quedan hormonas. Premen transita hacia su final. Reinicio prometido.

 

Me recojo en este castillo de muros altos que alguna vez creí desierto-verde.

Hoy mis muros son Casa.

Mañana quizá vuelva a comenzar el trabajo de observarlos

y de procurar ensayar el vuelo sin darme cabezazos ni estamparme en ellos.

Abrazaré cada ladrillo-límite y lo bajaré tratando de re-crear la más hermosa de las deconstrucciones posibles.

Conmigo, contigo.

Aquí, allí.

Entre mensajes de audio, entre cuerpos que laten.

Entre cuerdas que estrangulan y rescatan al mismo tiempo.

Porque eso es lo que merezco. Y tú también.

Porque ese es el único TODO que quiero y necesito.

Porque conquistaremos nuestras autonomías mas vulnerables y lo haremos acompañadas.


*El dibujo de este post esta realizado con sangre menstrual. Lo encuentras también en la Galería.

Cultura Menstrual (Definición sentí-pensada)

Cultura Menstrual (Definición sentí-pensada)

Antes de empezar a sentí-pensar esto, he googleado ‘cultura menstrual’. No sé si también te pasa, la cosa es que a veces confío más en el buscador de las Oes que en mí misma. Este verano pasado utilizando la aplicación de Maps, terminamos 2 veces en situaciones de riesgo con la Furgo. Ahí fue cuando vi que aún sin estar bautizada en la religión cristiana, existía en mí un dogma mucho más poderoso y el cual no requiere de aguas del Jordán ni demás ceremonias. Se llama ‘La Nube que todo lo sabe’ o San Google.

Hechas estas aclaraciones, por algún lado hay que empezar, y aunque mi opinión, mi respuesta a este tema, es mi propia verdad-vivencia-conocimiento, contrastar con lo que dice mi preciado dogma se me antoja imprescindible a la hora de abordar un tema.

 

San Google

Encuentro unos cuantos blogs no actualizados en las primeras posiciones, y por supuesto un buen artículo de Teach E (“Más orgullo menstrual y menos ibuprofenos”) en quinto lugar. También diversas páginas relacionadas con el tema de la menstruación, la gran mayoría de estas, de Compas de América Latina.

No puedo evitar buscarme (mientras me sonrío al hacerlo) y estoy en la página 3. Me sorprendo infinito. De veras. Mucho. (Entonces ¿Cuándo una aparece en Google, ya está dentro del nuevo-nuevo testamento?).

Sigo. No hay una entrada con la definición de esto en nuestro (nuevo) Dios Wikipedia, ni tampoco en el viejo Dios llamado RAE. Vale va, tengo un proyecto para desarrollar la tan ansiada cultura menstrual, y yo misma no he respondido a la pregunta de ¿Qué es cultura menstrual?

 

Cultura. Nombre femenino

Según la definición de mi/nuestra nueva wiki-biblia es el “Conjunto de conocimientos e ideas no especializados adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales, mediante la lectura, el estudio y el trabajo”.

Leo más definiciones que dicen cosas similares en las que en todas faltaría poner esto de que el desarrollo de estas facultades han sido norma-lmente impulsadas y únicamente validadas si han venido de un cuerpo norma-tivo… y que por eso no tenemos cultura menstrual (ni tantas otras que existen desde lo que orgullosamente denominamos periferia o cuerpos no-normativos).

La etimología me hace ver como hasta la ‘cultura’ de la crianza de los cerdos (lindos animalitos) tiene una palabra para definirse (porcicultura), y nosotras no la tenemos. Lo que no se nombra no existe. Por tanto, nombrar-nos será lo primero.

 

La cultura está viva (si queremos)

Si la cultura puede ser definida como un entramado social que tiene un entorno y que es creada/validada por unos cuerpos, me confirmo que podemos hablar de cultura menstrual incluso sin tener claro lo que con esta se define.

Así, podemos permanecer agazapadas en la cultura universal o dinamitarla desde las periferias. Podemos callarnos y mantenernos sumidas en la jodida y dolorosa violencia lineal o podemos ir abriendo brechas (primero en nosotras y luego hacia las Otras, si así lo sentimos) por donde pase el aire y las palabras que nos definan sean, por donde transcurran las estaciones con todos sus climas y en donde nuestras carnes inundadas de hormonas, puedan bailar al ritmo de la diversidad, y crear así una verdadera cultura de los cuerpos y de los (auto)cuidados.

 

MenstruCultura

Entonces, dejando todos los buscadores ‘externos’ de lado: ¿Qué es para mí? ¿A qué me/nos referimos cuando juntamos estos dos términos?

Para definir-lo (y definirme) me sirve abordarlo en 3 niveles: el marco teórico, la teoría de la práctica o lo que estaría bien hacer y mi propio vivir-me en esto. Aquí tienes mis tres niveles de definición de esto que ya tiene nombre: La MenstruCultura o Cultura Menstrual.

ES (desde el marco teórico)
  • Reconocer y tener en el centro de la realidad mi condición cíclica, como ‘medidor’/alumbrador/faro de mi vida y de mi existir en todas mis dimensiones biopsicosociales, siendo como soy un cuerpo menstruante.
  • Conocer mi ciclo y sus fases (las 4 ‘oficiales’, las transiciones y las voladas que a veces ocurren con todas las que soy y lo que sea que acontece en mi entorno).
  • Saberme cambiante (porque soy en relación y esto hará que mute más allá de mis fases ‘ internas’ al estar en contacto con la cultura hegemónica o dominante)
  • Recordarme que estoy aprendiendo y que por alguna(s) razón(es) (no casuales, ejem…) no han querido que sepa como baila mi cuerpo en su danza hormonal interna, y que por tanto será un proceso en el que caeré, me frustraré y aprenderé a tener-me paciencia.
  • Mantener presente la duda/sospecha de si con esto no estoy queriendo crear una nueva-cultura-hegemónica-roja o el ‘Dogma Cíclico’ (que tampoco estaría mal 😉 Considerar que el fin último de esto es la validación de la diversidad de cuerpos, y mantener a raya el peligro de volver a enjaular-nos en una nueva estructura estrecha y pre-marcada.
ES (desde la teoría de la práctica)
  • Investigar sobre mis Decesidades en base a esta forma de mirarme.
  • Obtener herramientas y construir estrategias para (aprender) a (sobre) vivir en cíclico.
  • Preguntarme cómo me siento y/o qué necesito siempre que pueda/quiera.
  • Hablar sobre el tema con personas cómplices cuando lo sienta/me apetezca (nada de hacernos más daño alzando banderas cuando no lo sentimos).
  • Compartir lo que voy explorando cuando pueda/quiera.
  • Poner en relación con otrxs cuerpxs menstruantes (o no) cómo me vivo, acoger lo diverso y sonreír en las similitudes (yo me sonrío al verme reflejada).
ES (desde mi experiencia propia)
  • Dormir y descansar todo lo que pueda en Menstru. Reiniciarme observando lo ocurrido el ciclo anterior. Ritualizar la Dama Roja (no hace falta que sea de ninguna forma súper-mística, con que me sirva a mí, listo) y pintar con mi tan amada materia prima.
  • Hacer las burocracias y prácticas más ‘universales’ en Preovu. Mantener al día mi lista de quehaceres en esta dirección y darles caña en esta fase. También recordarme que empacharme de Patrix no me sienta nada bien. Ante eso, movimiento de cuerpo y sudores. Muchos, todos los que se puedan.
  • Medir mis ganas de cuidar en Ovu, y dedicarme a mí. Atender mis relaciones y… aquí una confesión: aún no me he encontrado ‘felizmente’ con esta fase. Sigo observándola de cerca.
  • Aprender a bajar a mis abismos lo más tiernamente posible en Premen porque últimamente he visto que mejor aprender a ‘rappelar’ (hacer rappel) cuando la mar está en calma, y así, cuando la Vida decida hacer-me bajar con algún movimiento externo, recuerde la técnica lo más precisamente posible.

 

Sopa urgente cocinada a fuego lento

Construiremos esta (nueva) cultura nosotras desde nuestros cuerpos menstruantes y nuestras vidas que merecen ser vividas.  Y es urgente. No hay duda de que nos sentimos incomodas en lo lineal, ya no hay interrogatorio alguno sobre si podemos vivir nadando en un sopa (1) ajena, que por universal, esta sosa, fría y es de fideos rectos.

Habrá (muchos) intentos de creación desde lo externo a nuestros cuerpos, enseguida alguien querrá estandarizar todo esto, y por esto, es por lo que tú eres tan necesaria. Nos necesitamos para cocinar esta rica sopa a fuego lento, llena de nutrientes, calentita y que sea de estrellas. Así que, venga va…. ¡Creemos el cuerpo-diccionario de las Diosas menstruantes! Anímate y déjanos tu respuesta por aquí:

¿Qué es para ti la Cultura Menstrual?


(1) La metáfora de comparar la cultura con una sopa es de mi admirada Playa Medusa, que es inspiración SIEMPRE.

(*) La ilustración ‘Lagrimas en mi sopa’ es de Marta Jiménez.

Furia preovulatoria

Furia preovulatoria

Preovu día 7. 27 de abril del 2018. Tormenta magnética azul (comienzo de onda)

 

Teclear como forma de desenfundar mi arma.

La Preovu ha llegado con toda su furia y la maldita sentencia de ayer, no ha hecho más que avivar un fuego que llevo unos días sintiendo dentro.

Rabia, frustración, ira, llanto, ansiedad, angustia, furia. Mucha furia.

Fuego que chisporrotea y que es alimentado por los estrógenos que me recorren. Estos son gasolina pura.

Soy el nudo en mi estomago. La ansiedad recorre mis kilómetros de venas y arterias. La sangre hierve dentro de mí cual volcán ardiente.

Soy el latir más desentonado. El bombeo de mi corazón es un ruido disonante que lleva su propio ritmo. Uno que suena a batucada, a tambores agudos, a surdos enfadados.

Mientras, respiro hondo y practico Tai-chi o bailo salsa. Intento así sacudirme el miedo visceral que anida en cada centímetro de mi piel cada vez que en estos días he escuchado «Esto es una guerra». Lo es y lo sé, aunque me cuesta ubicar mi lugar.

Salgo a la calle con el ceño fruncido. Siento mi energía moverse mientras recorro la cuesta del bosque con zancadas fuertes, largas y determinantes. Maia me mira y en su mirada intuyo una pregunta: «¿Qué ocurre humana?».

Ella coge un palo y lo destroza en unos pocos segundos. Su rabo se mueve hacia los lados de forma divertida, y yo mientras, disfruto mirando su capacidad de aniquilar con los dientes. Recuerdo a mi Manada. A todas esas lobas que ahora, aúllan conmigo.

Soy fuerza desbocada que no recorre el camino marcado, que se sale del límite de todos los papeles blancos ensuciando las paredes, manchando los espacios donde nos dijeron que no podíamos estar.

Distanciarme de ello, es escapar de mí misma. Procuro estar atenta a estas emociones que van y vienen, pretendo no identificarme con ellas, porque si lo hago, me duelo. Otra vez. Una vez más. Hondo. Visceral. Profundo. Dolor compartido. Heridas comunes.

Escapar y distraerme es alejarme también de nosotras, de las heridas que nos han traído hasta aquí y que sistematicamente nos siguen haciendo. Es huir de este sistema que nos rompe a cada paso y del que con alegría saldría volando en momentos como este.

Mientras todo esto acontece dentro (y fuera), intento con todas mis fuerzas abrazar esta múltiple contradicción: Paralizarme o accionar, romper cosas con la boca u observar la furia de mis entrañas mientras paseo, declararle la guerra al sistema o admirar las plantas que llenas de vida reposan en mi escritorio, salir a gritar que ya basta o escribir esto para intentar aligerar lo que siento.

La dicotomía es una: Crear o destruir. Las preguntas son muchas: ¿Se puede hacer una sin la otra? ¿Es realmente una dicotomía? ¿Existe la posibilidad de de-construcción sin destrucción? ¿Es posible crear sobre un lienzo lleno de mierda? ¿Es esto una guerra? ¿Cuál es mi posición en la batalla? ¿Dónde tengo a Furia ubicada en mí? ¿Existe? ¿Cuál ha sido su espacio en mi vida?.

Abro por enésima vez la red social de la F, se me encoje el estomago. Bombardeo de publicaciones en una misma dirección. Fuego en mis venas. Irantzu Varela dice que tendremos que buscar estrategias de autodefensa feminista. Estoy de acuerdo. Alicia Murillo y Pamela Palenciano también retransmiten sus sentires. Odio. Furia. Mucha ira. Somos un sentir común. La cosa es: ¿Qué hacemos con esto?.

Tengo miedo del miedo. Me da pavor la palabra «guerra». Soy una guerrera de segunda linea (o tercera o cuarta o quinta) y hoy me valido esto mientras admiro a las compañeras referentes en el arte de dejar que Furia tenga su lugar en sus vidas.

Todas desde nuestras posiciones somos necesarias. TODAS.

Preovulatoria feroz con ganas de aullar, estrógenos que me recorren siendo fuego saliendo de mis dedos. Mucha Furia.

Escucho a Lua mientras observo como hoy es Furia quien con su fuego, ansiedad y contradicciones, con mi aliada y mi enemiga, me muestra.

 

*La ilustración es de Iris Serrano


Menstru y yo

Menstru y yo

Con este texto, te abro mi diario. Ya sabes que a veces me gusta hacerlo. Lo siento necesario para ir a tu encuentro, y para que así, puedas ver como se expresan mis fases al estilo más ‘Enara’.

Este texto está escrito justo al final de la premenstrual, ansiando la llegada de la sangre como a veces me pasa, queriendo como agua de mayo ver escurrirse el preciado liquido rojo, y con esto, sentir ese renacer que cíclicamente me ocurre. Porque la Premen me lleva a los abismos, y acogerme ahí, es todo un reto. Sobre todo en este sistema-mundo en donde la progesterona que nos danza en esta fase, es leída como un estorbo.

Espero te sean inspiradoras para continuar escribiendo, porque como bien sabes (y te insisto siempre en esto), descifrar lo que Cuerpo quiere decirnos es la forma para ir sabiendo de nosotras y de cómo nos afecta-mueve nuestra propia danza hormonal.

 

Despertar de un largo sueño. Desayunar, ducharme y sentarme a escribir.

Son las 9:30 de un miércoles cualquiera.

El sol inunda el salón, lleva días sin aparecer en este largo invierno que ya debiera ser primavera.

Volver a verlo, es volver a nacer.

Sentarme a escribir mientras los rayos me inundan, es lo único importante.

Porque tal y como me recuerda mi brújula de la Ternura: ‘Yo, soy lo más importante’.

 

Acojo dentro los tibios rayos que nacen del este. Me dan en la cara,

son los que me recuerden la ciclicidad de la tierra, de la vida, de mí misma.

Ya no queda hormona alguna en mi, el flujo marrón se escurre entre mis piernas.

La poca progesterona que aún queda dentro, se evade entre mis poros y los estrógenos hace tiempo que brillan por su ausencia.

 

Ya llega Menstru, otra vez. Una vez más y una vez menos.

Esa Dama Roja que para mi es la expresión de lo neutro, de lo que se escurre, de lo que ha de irse, de lo que se va sin que haya otra opción.

Con ella la danza hormonal desaparece y con esto, llega el momento de máxima vulnerabilidad.

Es siquiera un instante, un tiempo efímero antes de que todo vuelva a comenzar.

Justo ese segundo entre inspirar y expirar. Ahí. Eso.

Entonces, soy ese cero que me asusta y me emociona.

Las infinitas posibilidades que palpitan en las entrañas se confunden en una densidad aún demasiado oscura.

Aparece esa Nada que me deja ‘en pelotas’ frente a este mundo (hiper)rápido del que procuro alejarme en días como hoy,

y sobre todo, en días como ayer.

Una vez más tengo la posibilidad de despedir este largo otoño que me ha traído lagrimas, abismos, conflictos y oscuridad. Como cada vez.

Esa es la ‘misión’ de Premen.

 

Abandono la lucha, y hoy, ahora, consigo acoger-me junto a esto.

Soy también esas sombras que a veces me asustan y que tan sola me hacen sentir.

Soy los cientos de interrogantes,

también esa misteriosa incertidumbre donde la vida parece ahora, cemento que late.

Abismos en donde encuentro luces futuras que me otorgan los faros-luciérnaga que me he dejado en otras fases.

Lugar ese en donde estiro mi mano-aleta y dejo que los destellos de Otras-cómplices me guíen.

 

Entonces, cuando pienso que no hay retorno, cuando siento que allí me quedaré para siempre, sale el sol y  llega la sangre.

Aire de inspiración radiante me recorre de pies a cabeza.

‘Soy cíclica’- me recuerdo como mantra. ‘Todo lo es’.

No habrá oscuridad permanente ni luz encerrada que consiga alumbrar.

Todo es un juego de luces incesantes.

De truenos que destellan a lo lejos, de estrellas que aparecen en el momento menos pensado.

De flores que se abren mientras han comenzado a marchitarse.

Y es que, a pesar de que el otoño y el invierno hayan sido fríos, lluviosos, cansados y apáticos, la primavera llega sin control y todo, todo vuelve a empezar.

 

El Isma (como conocemos por aquí al cantautor Ismael Serrano, y del que me considero una fan-fan) hace un tiempo que me regalo una letra y una melodía para expresar justo lo que siento ahora:

Todo empieza y todo acaba en tí

 

Este ciclo (in)finito es el regalo y el tesoro de nuestra condición cíclica.

Porque hace que todo empiece y todo acabe en cada una y en todxs a la vez.

Una y otra vez, con cada vuelta de la tierra al sol, sangremos o no sangremos, e incluso, lo sepamos o no.

 

28 de marzo del 2018 (Premen-Menstru día 25)

Luna planetaria roja (Onda del sol, día 10)

*Ilustración: A. Konahin

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies