Mutantes, fases y alter egos

Mutantes, fases y alter egos

Si ya llevas un tiempo registrando tu ciclo, es probable que hayas observado patrones y formas de actuar ‘diferentes’. Todas esas que asoman según el vaivén hormonal son TÚ (en diferentes versiones de ti misma.). Es importantes dejar de decirnos: “Esta no soy yo”, te invito a que lo cambies por “¿Qué construcción social es esta que me han instalado?” y quizá preguntarte también: “¿Cuándo fue? ¿Por qué?”.

Voy descubriendo que para poder acoger quien soy y como me siento, juzgarme y mal-tratarme sirven solo para hacerme daño.

Considero que con cada una (de todas las muchas) que eres, puedes descubrir (también en relación, of course) los límites que tienes (que te ayudaran a protegerte y a no sobrepasar tu cuerpo-realidad) y también los dones y talentos que te laten dentro y que tienes oportunidad de (re)descubrir y trabajar para desarrollar.

 

JUGAR A DESCUBRIR(TE)

¿Qué es un alter ego? 

Según Wikipedia: “El álter ego[i]​ (que en latín significa «el otro yo») es un segundo yo, que se cree es distinto de la personalidad normal u original de una persona […]”

… ummmm… el caso es que después de esta definición, me quedo pensando en: ¿Cómo es eso de la personalidad ‘normal’? ¿Tendrá que ver con la construcción normalizadora que hemos recibido? ¿Cómo podemos saber quién somos ‘de verdad’? ¿Cómo saber si la forma de ser que tenemos es esa ‘original’ que se nombra en la definición?

En esta misma fuente (más abajo) indica que en el ámbito del espectáculo “Los alter ego son utilizados por numerosos artistas que hacen uso del escenario o la pantalla tanto para entretener al público, como para explorar nuevas identidades de sí mismos». 

Nuevas identidades… ¡YES! Ha esto quería llegar yo. Considero difícil (sino imposible) de-construir nuestra identidad forjada culturalmente sino tenemos oportunidad de explorar otras formas, y es desde aquí desde donde acuerpo la perspectiva del alter ego (o los alter egos).

 

Inspiración Beyonce

Para mi esta mujer es inspiración, tanto por su letras y canciones como por la construcción de diferentes alter egos que ha realizado en pos de ‘saber quién es’. Hace unos años, cuando su disco I Am Sasha Fierce vio la luz, decía: «Tengo a alguien más que asuma por mi cuando es el momento de trabajar y cuando estoy sobre los escenarios, este alter ego que he creado me protege y dice quién soy realmente. Sasha Fierce es la diversión, el lado más sensual, más agresivo, más abierto y el lado más encantador que sale cuando trabajo y cuando estoy sobre los escenarios»[ii]

En el comienzo de este video se puede ver como juega con estas dos identidades creadas por ella misma, y como lo refleja utilizando la metáfora de ‘las dos caras de la misma moneda’.

Y es que todos los alter ego que pueda construir serán “yo misma”, aunque es probable que con cada unx que me invente, descubra, practique, juegue… aparezcan nuevas formas de ser “esa yo misma” que no conocía, y quien sabe, lo mismo algunas son más cercanas a lo que me late dentro y más útiles para las realidades que quiero construir.

 

MIS FASES Y SUS TOTEMS ALTER-EGOICOS

El ciclo menstrual es una excelente herramienta para descubrir esas ‘partes menos conocidas de una misma’. Volver al Cuerpo significa saber que siento (tanto ahora como en otros momentos de mi vida), y por esto también, va de entrar en contacto con esos sentimientos no-validados, no-visibilizados, esos sentires que por construcción social han sido alejados de nosotras mismas, como si así fuéramos a dejarlos de sentir.

Paso a balbucear algunas de las características que he descubierto en mis fases del ciclo, así como los alter egos que me voy construyendo y los tótem-animal que me acompañan en cada una de ellas:

*Recuerda que aunque hablemos de 4 fases/arquetipos construidos en los 4 momentos hormonales clave del ciclo, la Cultura Menstrual esta por crear, por lo que puedes descubrir-vivenciar ‘nuevas’ fases y arquetipos. ¡Jugar es clave en esto también!

  • Menstru: Sabia Golondrina – Silencio, menstruo – Momento de revisión del Mapa del Tesoro y también de lo acontecido durante el ciclo anterior. ¿Coinciden mis frentes con mis Decesidades vitales? ¿En qué frentes pondré atención durante este ciclo que entra?

 

  • Preovu: Padrina Dragona – ¡Vamos al Mundo! – Momento de accionar, sudar y de echar un ojo (o los dos) a mi situación financiera. Sé que mi energía se asemeja bastante a la construcción ‘normalizada’ de la masculinidad hegemónica, por esto, si hay algún trámite burocrático o bancario que hacer, este es el momento.

 

  • Ovu: Libélula sensual. (Únicamente como declaración de intenciones. Tengo poca idea de cómo es esta fase en mí, por lo que no puedo darte (ni darme) pistas sobre la construcción del alter ego correspondiente, aunque una vez, una libélula me inspiró).

 

  • Premen: Ballena abisal – Vamos hacia la cueva, gracias progesterona por existir – Momento de revisión (y posible gestión) de abismos. Escribir me salva y balbucear el Balleno con quien comprenda este idioma me da pistas claras de por dónde seguir caminando. ¿Cuáles son estos abismos? ¿De dónde han salido?

 

 

EL SISTEMA NO ESTA HECHO PARA CUERPOS MENSTRUANTES-CAMBIANTES

No todas podemos hacer las mismas cosas, tampoco todas tenemos los mismos límites. Todo ello depende en gran parte de nuestra construcción social y también del tiempo/espacio que tengamos para poder ‘ponernos en el centro’.

Por ello, saber cómo actúa cada una de las fases en ti (o como actúas tú en cada una de ellas) podrá darte claves y pistas para descubrir cuáles son tus dones y talentos, y sobre todo (algo que me parece muy importante en la época de las superwomans) saber también cuáles son tus límites. En mi caso no haber sabido de estos últimos me ha llevado a pegarme porrazos muy muy dolorosos… Ahora, después de habérselo escuchado varias veces a Casilda Rodrigañez, sé que es mejor saber de ellos y después, si eso, empujarlos con cariño.

¿Sabes cuáles son tus dones y talentos? ¿Y tus límites?

Quizá esta propuesta de construcción de ‘nuevas identidades’ te resulte frívola, quizá sería más fácil decirte eso de ‘quítate la(s) mascara(s) y no inventes nuevas’. No obstante sabes bien que el sistema no está hecho para cuerpos-realidades cambiantes, y es por esto, por lo que considero eficaz, útil y valido, esto de inventarte personajes para (sobre)vivir. A veces será por necesidad, otras por diversión, bajo mi punto de vista lo importante es que si lo haces, lo hagas de una forma elegida, que sepas que lo estás haciendo y que te cuestiones el ‘para qué’ del asunto (¡como con todo, vaya!). Y sobre todo, que hacerlo, te acompañe a explorar lugares no conocidos por ti misma, límites que no sabías que tenías o dones y talentos que creías fuera de tus capacidades.

¿Nos compartes cómo son tus alter-egos cíclicos?


[i] https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lter_ego

[ii] https://los40.com/los40/2018/03/07/musica/1520425313_540572.html


*La imagen del post está hecha por mí. Son diferentes dibujos de mis tótems-animales pintados con sangre menstrual. Puedes ver más dibujos-experimento AQUÍ.

Las mujeres* y el dinero (Parte 2)

Las mujeres* y el dinero (Parte 2)

Tal y como (tremendamente) expone Kate Raworth en ‘Economía rosquilla’, cuando crearon este teatro que bien podría llamarse ‘La Economía (que nos contaron como exacta) para el crecimiento (únicamente) capitalista’, dejaron a muchxs personajes fuera de la obra. Entre estxs, esta(ba)n las mujeres* y los cientos de miles de cuidados que hemos ejercido (y ejercemos desde) SIEMPRE. Aunque seguro que no te sientes economista, ni cercana a este termino, considera que…

“… Después de todo, el hecho de que nunca haya asistido a una clase de economía puede resultar una clara ventaja: tiene menos bagaje del que desprenderse, menos grafitis que borrar. Hay ocasiones en que ser profanx en una materia puede constituir un activo intelectual; y esta es una de ellas” (Economía Rosquilla. Pag. 34)

Si no has leído la primera parte de esta saga, te invito a ello antes de continuar. Encuentras aquí ‘Las mujeres* y el dinero (Parte 1)’.

 

Lo matérico que todo lo atraviesa 

Tal y como te he contado en otras ocasiones no podemos comprender nuestro ‘todo’ si no observamos lo matérico, esto es, el entorno, lo que nos rodea, esa sopa llamada cultura a la que estamos intentando dar un sabor más dulce. Nuestros actos de cada día son economía, cómo nos organizamos, qué consumimos, dónde (y para qué) ponemos nuestras energías /dineros/ tiempos… todo esto ES ECONOMÍA. Por lo que si aún no lo sabes, eres economista.

Estoy segura de que además llevas las cuentas de tu casa/colectivo/…, tienes una carpeta con extractos, pólizas y demás, haces la compra que pagas con dinero (o tarjeta, el dinero de plástico), y tienes una (o más cuentas corrientes) y/u otros productos financieros. Compa, con esto te lo reafirmo ERES ECONOMISTA.

 

Economista, por supuesto Feminista

Además de todo lo anterior, cuidas, trabajas en más cosas que en tu(s) empleo(s), estas atenta de los estados emocionales de varias personas (o animales), pones lavadoras, mandas audios llenos de comprensiones, recibes a Otras, escuchas atenta y gestionas como buenamente puedes tu vida… Entonces somos, Economistas Feministas porque (además) hacemos Economía de los cuidados.

Todo lo mencionado aquí arriba no esta incluido en el PIB (Producto Interior Bruto), que aún es el único medidor de ‘bienestar’ cuyo único foco es el flujo del dinero por lo que para los sistemas financieros,no tiene ningún valor. Aunque sin todo ello, hace tiempo que el iceberg se hubiera derretido…

 (La Economía Feminista me atrapa y me arrastra, ups! Vuelvo. Volvamos a lo más puramente financiero, volvamos al dinero)

Sea como fuere, seguro que en tu vida usas el dinero (¿eres por esto capitalista? ¿somos capitalistas por usar el dinero aunque como posición política nos nombramos anticapitalistas? Tengo un intenso debate a raíz de estas preguntas con mi querida Compa Playa-Medusa, y estaré encantada de leer tus aportaciones al respecto para continuar con esta saga de ‘Las mujeres* y el dinero’).

 

Ideas para ser una Padrina (y re-ubicar así el dinero)

Una vez E. me nombro Padrina por tener cierto control con las finanzas, y este alter ego se ha convertido en una de (todas) las mujeres* que soy durante el ciclo menstrual, esta asoma especialmente en mi fase Preovulatoria. Considero que todas tenemos una Padrina dentro, solo que por el sesgo de género y la construcción social (y transgeneracional) que hemos vivido, no hemos tenido la oportunidad de practicar lo suficiente para saberlo y para ser soberanas de nuestro recurso matérico propio.

Esto tiene que cambiar, necesitamos también que la revolución de las Padrinas continue, porque necesitamos el dinero de nuestro lado.

Vamos a lo práctico, que es lo que más me gusta. Aquí lees los tips/truquis/briconsejos/prácticas concretas pasadas por mi cuerpo que me han acompañado a colocar en lugares más cercanos la pasturrina

 

¿Qué sientes al tocar un billete?

Coge un billete. Cuanto más valor tenga mejor. Si, ahora. Tenlo entre tus dedos por unos segundos y dime: ¿Qué sientes? ¿Cuál es la primera palabra que viene a tu cabeza? ¿Por qué crees que es esa? ¿Hay alguna otra parte de tu cuerpo que ‘reaccione’? ¿Te pones nerviosa? ¿Te da cierto asco? ¿Piensas que esta sucio? ¿Sientes alegría? ¿Agradecimiento?

Identifica estas pistas y estate atenta a lo que sientes cada vez que abras tu cartera y vayas a utilizarlo.

 

«Cuida el dinero, y este te cuidará»

Hace tiempo que me dijeron esta frase y la verdad es que me mostré muy escéptica. Aunque creo que estarás de acuerdo conmigo en que los billetes arrugados en la cartera o las monedas desperdigadas por el bolso son muestra de un no-cuidado que no te mereces. 

Estate atenta a cómo tratas el dinero. Si tienes algunos billetes guardados en algún lugar (cartera, cajón, dentro de un sobre…), procura ponerlos en orden de menor a mayor y con la barra metálica al mismo lado. 

 

El estadillo (de la amatxo)

Mi amatxo (madre en euskera) es una mujer bien-bien práctica y aquí os traigo esto que me enseñó ella y que uso desde que tengo algo que anotar aquí.

El estadillo viene a ser una lista en la que enumeras los productos financieros, seguros y demás que tienes (todo lo que tengas contratado con cualquier entidad financiera, aseguradora, etc.). Puedes poner por ejemplo: El nombre del producto, el número de cuenta o de póliza que tiene, la entidad con la que lo tienes y el importe que hay (o que tienes contratado). Es importante que alguien más que tu sepa donde esta y que en el caso de que te pase algo, nadie tenga que jugar a ‘en busca del tesoro perdido’ (o de la deuda).

También te servirá para ver si necesitas ‘todo eso’ o hay algo más que te gustaría tener. Te invito además a que consultes las alternativas de banca ética (o aseguradoras éticas) que además de aportar valor(es) a lo social (y hacer que nuestros dineros estén colocados en un lugar coherente con nuestras ideas), también estas dando unas rentabilidades bien interesantes.

Mantenlo actualizado, revísalo cuando hagas algún cambio, busca la fase del ciclo aliada con el dinero para este tema que puede resultarte pesado/denso/oscurito. Te prometo que es un ‘papelito’ escrito a mano que da mucha calma y mucho orden. 

 

Hoja de ingresos y gastos (y apuntar en el calendario)

Esta hoja (por ejemplo Excel, aunque vale perfectamente a mano con lápiz y papel) te mantendrá al corriente de cuáles son tus gastos e ingresos mensuales. Para tenerlo en orden nosotras vamos apuntando en el calendario los gastos diarios, después puedes sentarte una vez al mes (por ejemplo al final) y anotar cuánto has gastado en comida, luz, agua, etc.

Con esto podrás nuevamente observar cómo es tu situación financiera mes a mes y además mantendrás el contacto con lo económico para crear hábito e integrar así lo matérico en tu realidad.

Puedes también aprovechar este momento para revisar el estadillo y crear un plan de acción para cerrar/abrir/contratar/cambiar… ese productos financiero que te interesa (o ya no).

 

Jugando en el Patrix

Jugar es muy importante, y como de pequeñas no jugamos lo suficiente (o quizá si pero a mi me siguen quedando ganas), te propongo que sigamos haciéndolo.

Para este ejercicio necesitas: Saber a ciencia cierta tu fase aliada de los euros (puedes registrar mes a mes sobre esto y observar como te comportas en las diferentes fases con relación al dinero), vestirte de forma en la que te sientas bien (bien) segura y un banco al que acudir (puedes elegir mas de uno, y también valen las aseguradoras preferiblemente regentadas por hombres cis encorbatados).

El juego trata de ir por ejemplo a la búsqueda de un deposito a plazo fijo. Entras, saludas y te sientas. Preguntas, preguntas y preguntas (hasta que haga falta) y ¡entiendes! Es un juego sencillo a la par que muy empoderante (de los que dan poderío y sensación de conquista).

Puedes aprovechar este ejercicio y realizarlo en aquellas entidades en las que ya tienes un producto contratado. Así, comprenderás mejor lo que tienes ‘comprado’ y podrás decidir si realmente lo quieres (o no). Te recomiendo que ademas indagues en otros bancos/aseguradoras y realices comparaciones, porque hay mucho en juego querida: tus dineros ni más ni menos.

 

Buenoooo… conste que ya he abierto un documento en mi portátil titulado ‘Las mujeres* y el dinero (Parte 3), así que ¡la saga continua pronto!

Recuerda que si quieres seguir indagando en el tema de las Economías, encuentras recursos para ello en la sección Eco-Recursos de esta web (y por las Diosas, si tienes/descubres algún otro mándamelo). Y comparte-nos tus truquis/tips/briconsejos/vivencias en los comentarios porque…

…Juntas, todas las Padrinas, es como vamos a poner de nuestro lado (también) el dinero. 


*El mural que ilustra el post es de Natalii Rak. (Sigo sin encontrar ilustraciones molonas para esta saga. Si encuentras cualquier imagen que te sugiera mujeres* y dinero, ¿me la mandas, please?

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

Si lees este post el día que ha visto la luz (22 de febrero del 2019),  te cuento que faltan exactamente 13 días para el 8 de marzo. El segundo 8 de marzo histórico en el que la huelga de cuidados, laboral y de consumo será lo que viviremos. No sé si ya somos la cuarta ola (o la quinta) del feminismo. Lo que sé es que es una ola global, un tsunami de mujeres (y personas-realidades diversas) que está azotando fuerte las costas del sistema que quieren hacernos creer que es el único posible.

Pues resulta que no, no es el único. Porque poco a poco vamos encontrando otras islas en medio de océanos oscuros en los que pacer bien a gusto, rodeadas de luz y plantas frescas y fuertes, y de otras Compas que igual que nosotras buscan refugio en medio de Esta Cosa Escandalosa…

Yo, desde mi humilde posición de guerrera que teclea (y prosume, como dice Remedios Zafra), después de (más de) 3 años de registros propios (y entrevistas camufladas a Compas-cómplices) y de lecturas-prácticas que me guían a otras formas de economía(s) posible(s) (entre ellas como sabes, la economía feminista y transformadora, los proyectos cooperativos y comunitarios, el decrecimiento…), quiero posicionarme y dejar en este histórico momento constancia de que... 

…el ciclo menstrual (también) es una forma de resistencia (anti)capitalista.

 

RESISTENCIA DESDE LA(S) PERIFERIA(S)

Sea cual sea tu momento, estés en el punto donde estés de este viaje hacia ti misma, comienzo por contarte que tenemos en nuestras bragas una forma de resistencia feroz. Se llama ciclo menstrual y en realidad, da igual si lo tienes o no, porque lo importante es que como cuerpo cíclico (y/o cuerpo no-normativa), eres periferia, y en las periferias es donde encontramos siempre la(s) resistencia(s).

Esto puede sonar a ‘La guerra de las galaxias’, y es que nunca antes (o quizá sí pero yo no lo sé) la luz y la oscuridad habían estado tan peleadas. Los pueblos «sin cultura ancestral (aparente)» son colonizados rápidamente por esto que llamamos capitalismo neoliberal y los que la tienen, pronto sucumben y dejan atrás lo que marca la potencia de lo local (sus saberes ancestrales, negocios locales, etcétera) en pos de esas multinacionales de brillo-oscuro que prometen esa engañosa abundancia y ese bienestar que genera opresión.

De vuelta a ti, a tus adentros, a tus cavidades, a tu danza hormonal, a tu Cuerpo (especialmente si entendemos esto tanto de forma individual como siendo el Cuerpo colectivo que somos), encontraremos soluciones para resistir esta conquista que (pretende) arrasa(r) con todo.

Considera que todo aquello que no atiende a la lógica productivista (tanto hago, tanto soy) es hacer resistencia. 

Para adentrarnos en esto, comienzo con esta pregunta-reflexión: ¿Cual(es) de tus fases del ciclo menstrual consideras que ‘le gusta más’ a esta lógica? 

Tengo argumentos para decir que atender tu ciclo menstrual (y los procesos de tu Cuerpo) es una forma de resistencia (anti)capitalista. Aquí los enumero mientras desenfundo mi espada láser multicolor:

 

Tiempos, procesos y ciclos

Está claro que tu Cuerpo no atiende a la linealidad con la que está montado todo ahí fuera. Nada de procesos, ni de subidas y bajadas emocionales, nada de vivir más abajo del cuello, nada de dormir ‘demasiado’, ni por supuesto nada de ciclicidad(es). Esto lo nombre como ‘Violencia Lineal‘, y aquí y ahora, lo reitero.

  • Descanso/Acción: Para que tu accionar sea de calidad (tanto para ti como para lo colectivo), tu descanso ha de serlo igualmente. Cada quien y en cada momento podemos tener diferentes formas de descansar. Todas son válidas, siempre y cuando te sirva para respirar y resetearte. Si, lo sé, el descanso puede parecer un gran privilegio (y en muchos casos lo es), por esto traigo esta reflexión activa, porque seguir rascando minutos para ti, es lo que mejor que puedes hacer.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te dan la oportunidad de saber qué tipo de descanso necesitas en cada una de ellas. Y poco a poco, puedes ir generando estrategias para darle espacio.

  • Enfermedad/Salud: ¿Cuál es la línea que separa estos dos conceptos? ¿Quién la marca? ¿Tú o la ciencia médica? ¿Podemos estar sanas en un sistema enfermo? Bajo mi punto de vista somos seres que se balancean entre estos dos conceptos-procesos. Hay enfermedades que es vital que sean diagnosticadas y tratadas, aunque hay otros muchos procesos que vivimos que en realidad no pueden integrarse en ninguna de estas dos ideas dicotómicas.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te harán poner en duda y quizá encontrar nuevas palabras para nombrar esos momentos en los que no te sientes enferma aunque tampoco te encuentras en tu mejor momento.

 

Emociones

En este rato tan MisterWonderfulista, van saliendo estudios y artículos que dejan constancia de que  «ni las sonrisas curan, ni estar feliz es un tratamiento«. Así, ante la reiteración de ciertas corrientes que nos inundan con ‘pensamientos positivos’ (muy poco realistas y nada ubicados en los diferentes contextos), acoger esas otras emociones se convierte en vital para esta Resistencia que te planteo.

  • Tristeza/Alegría: Aunque en la teoría todas sabemos que sin una no podríamos ver-valorar la otra, en la práctica, sostener, acoger y gestionar la Tristeza nos supone un gran reto. Salir a la calle con lágrimas en los ojos es todo un experimento que te invito a probar. Y si puedes, comparte como es este sentimiento para ti, escribe, habla de ello, ubícalo en tu Cuerpo y dale espacio.  
  • Ira/Paz: Te confieso que con esto de la Ira o la Furia tengo un gran reto. Me cuesta articular palabra porque no se bien como es la expresión de esta en mí. Hace unos días vi este TedTalk que me ha resultado de gran inspiración: «La furia de una mujer encierra siglos de sabiduría«… ¿Qué te parece? ¿Cómo llevas tu esto de la Furia?

Durante el ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) sentirás diferentes emociones. Es muy importante estar atenta a todas ellas, como te digo ubicarlas en el Cuerpo y hablarlas te acompañara a saber que no eres la única que las siente y que cada una tiene un sentido en tu tiempo-Vida.

Otras formas

Además de observar ciclos y procesos, y de ir aprendiendo a gestionar las emociones, podemos encontrar otras formas con las que construir un mundo con unos valores ‘menos productivistas’, en el que la premisa ‘tanto hago, tanto soy’ vaya girando a: ‘Tanto (me) cuido (atiendo, gestiono, construyo…), tanto soy’.

  • Profesionalidad y Juego: Pudieran parecer términos opuestos. Aunque yo abogo (y trabajo) por conjuntarlos. ¿Cómo es para ti una persona profesional? ¿Fría, distante, alejada de cualquier emoción? ¿Y si inventamos la forma en la que lo profesional pueda estar atravesado por el juego y la experimentación? ¿Es acaso poco profesional plantear que no sabemos todo y que queremos aprender? El valor del juego es tremendo y en mi opinión una forma fantástica de seguir aprendiendo.
  • Cuidar de mí, me hará cuidar de la Tierra: En mi caso, este proceso de reconexión y acogida de mi propio Cuerpo me está llevando a re-conectar y acoger el cuerpo común. Es decir, a tener más presente la Tierra y con esto, a observar e ir modificando mis propias decisiones en cuanto al consumo, los servicios (que consumo) y mis propios valores de Vida.
  • Otros tiempos, otras fuerzas: Como dicen desde los movimientos decrecentistas: «Vamos lento porque vamos lejos», y es que más vale paso corto en firme que largo y movido (esto último me lo acabo de sacar de la manga).  La velocidad y la intensidad, tener la agenda petada de eventos, ir de un lado para otro, poder con todo, etc. parece que se han convertido en sinónimos de vida, y en realidad, con esto sería clave preguntarnos ‘desde donde, ‘para qué’ y ‘cómo’, porque en estas tres preguntas es donde podemos hallar Resistencia y esas otras formas de crear Vida.
  • Abrazar contradicciones: Seguro que con todo esto se te mueven contradicciones. Sí, a mí también. ¿Y si te digo que estas, y las dudas incluyen un gran poder y un gran valor? El poder está en seguir cuestionándonos, en encontrar brechas por donde detonar y en no perdernos de vista, tanto para aceptar dónde estamos como para vislumbrar a donde queremos ir. 

(Mientras preparo este post, me encuentro con esto en la pagina Femme Punk de Facebook… me lo he imprimido y está encumbrando mi despacho)

 

Registra, cartografía(te), atiende(te), acompaña(te), sé resistencia

En realidad y sobre todo, lo que es resistencia capitalista es atender, gestionar y (si te ves para ello) compartir lo que vives con/durante/en tu ciclo menstrual (además de en otros procesos relacionados con el Cuerpo). Porque todo esto (sobre)vive en la parte de abajo del famoso iceberg de las opresiones, y hacerlo visible, nombrarlo, que exista es ya una forma de sacarlo de esa sombra a la que decidieron relegar a Tristeza, a Juego, a Descanso… y a todo aquello que se considera no-productivo.

Siempre te lo digo, si puedes hacerlo acompañada de Compas-cómplices, mucho mejor. Porque registrar (y compartir los tesoros hallados), atender(te)(os), acompañar(te)(os), es la máxima revolución para poner los Cuerpos en el centro que podemos articular y accionar en nuestras rutinas diarias.

Sigamos siendo Resistencia Tierna y Feroz, y pongamos para esto (también) todo lo que el ciclo menstrual nos muestra en cada fase.

 


*La ilustración es de Montse Tanús

Ovulación, divino tesoro

Ovulación, divino tesoro

Empezaré por decirte que en realidad al ciclo menstrual deberíamos llamarlo ciclo ovulatorio. Y esto no es un capricho, más bien corresponde a esta máxima real: si no hay ovulación, no hay menstruación.

Poco (por no decir nada) sabemos de la importancia de este proceso, y en tal caso, la información existente está estrictamente centrada (y únicamente relacionada) con la fertilidad y el embarazo. Y desde ‘Ara!Gorputz’ (A!G en adelante) estamos cansadas de esto, por lo que aquí tienes un resumen del monográfico que acabamos de terminar para girar el termino ovulación y relacionarlo con algo más allá de la maternidad, porque la ovulación es muy importante para nuestra salud general (y durante toda nuestra vida) queramos o no ser madres.

EXCLUSIVA: En este artículo encontrarás una tabla para el registro de tu temperatura basal SIN NINGUNA ALUSIÓN a criaturas humanas y SIN UNA PIZCA DE COLOR ROSA 🙂

 

POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE LA OVULACIÓN (o por qué queremos centrarnos en la ovulación más allá de la maternidad)

Estas son las premisas que contemplo (y contemplamos desde A!G) para la realizar este trabajo:

  • Tal y como te cuento a continuación, y como te he dicho en la intro, ovular es una forma de medir nuestra salud general, y por esto queremos ponerla encima de la mesa sin que implique hablar de fertilidad y/o embarazo.
  • Ovular no te hace mujer y siendo mujer no tienes porque ovular.
  • Según algunos arquetipos ‘clásicos’ construidos en torno al ciclo menstrual, la fase ovulatoria es explicada como ‘la madre’, ‘ la creadora’, ‘ la dadora’. Nosotras ponemos en duda estos arquetipos porque no nos identificamos con ellos y porque consideramos que atienden a un claro sesgo de género relacionado únicamente con la reproducción. Estamos buscando (y encontrando) otros que no tengan relación (exclusiva) con esto.
  • Vivimos en un sistema hiperestrogenizado (que da valor a los estrógenos, a la acción, a la superación) y que por tanto menosprecia de forma transversal la progesterona (la hormona que calma, que nos lleva a la introspección). Sabemos con esto hace que nuestros ciclos estén alterados y que nuestras ovulaciones no estén atendidas como merecen. 
  • El sistema capitalista no ayuda a ovular: Disruptores endocrinos, ritmos desenfrenados, falta de cultura y perspectiva cíclica… Queremos visibilizar esto y continuar compartiendo recursos que nos lleven de vuelta a nuestros cuerpos y a nuestras danzas hormonales propias.
  • Si has llegado aquí en busca de información sobre fertilidad, este artículo puede interesarte igualmente, ya que es importante recordar que a muchas nos recetan pastillas anticonceptivas para ‘resolver’ (o más bien invisibilizar/medicalizar) algunos síntomas relacionados con el ciclo menstrual, y que al dejarlas, es bien saber que el cuerpo vivirá un tiempo para ‘recuperar’ su ritmo propio de ovulación.

 

¿QUE OCURRE EN MI CUERPO ‘FÍSICO’?

Como te cuento en el articulo ‘Perspectiva cíclica y ciclo menstrual‘, nuestro ciclo esta divido en dos grandes fases, la folicular y la lútea. Y es justamente la ovulación la que divide estas dos. Entramos en la fase lútea en el momento en el que ocurre la ovulación y se llama así porque cuando el ovulo sale del ovario se genera un cuerpo lúteo (o cuerpo amarillo) que será el encargado de generar progesterona. 

En una situación ideal, la hormona protagonista de esta fase será la progesterona, aunque si no hay ovulación, nuestro cuerpo no genera esta hormona y es probable que suframos malestares en la segunda mitad de la fase lútea o lo que conocemos como la fase premenstrual (Premen para las amigas).

 

EL MOMENTAZO EN EL QUE OVULAS

Para que un ovulo se desarrolle se necesitan alrededor de 100 días. Una vez que ha madurado sale del ovario para realizar el viaje por las trompas uterinas, que gracias al flujo clara de huevo (conocido como moco fértil y que hará de conservante para la posible fecundación del mismo) se dice que en total dura alrededor de 5 días. Aunque en realidad, desde que el ovulo sale del ovario y llega al útero pasan entre 24 y 48 horas.

La ovulación normalmente ocurre entre 11 y 14 antes de la llegada de tu Menstru. Desde el momento en el que ocurre la ovulación hasta que llega el sangrado siempre hay el mismo número de días, es decir, la fase lútea siempre tiene la misma duración siendo la folicular la que puede resultar cambiante si tus ciclos no tienen siempre en mismo número de días. Esta información puede darte pistas muy importantes para realizar el agendado cíclico. 

En esta tabla encuentras los valores aproximados de cuando ovularás según la duración de tu ciclo completo:

Si tu ciclo dura de media…

…ovularas entre estos días.

20 días

6 – 9

21 días

7 – 10

22 días

8 – 11

23 días

9 – 12

24 días

10-13

25 días

11 – 14

26 días

12 – 15

27 días

13 – 16

28 días

14 – 17

29 días

15 – 18

30 días

16 – 19

31 días

18 – 20

32 días

19 – 21

 

Y YO… ¿CÓMO SE SI OVULO?

Hay diversas formas de saber si ovulamos (o no), también de identificar la fase y el instante en el que acontece dicho evento. Hay que recordar, que dado el contexto en el que nos habitamos (sistema hiperestrogénico que te comentaba arriba), somos muchas las que tenemos ovulaciones de poca calidad o incluso ciclos anovulatorios (en los que no se produce ovulación)

He aquí algunas formas para detectar los cambios que ocurren en nuestro cuerpo y saber con esto si ovulamos y cuando lo hacemos:

OBSERVACIÓN de FLUJO CERVICAL:

Es habitual que tengamos más «suculencias cervicales» (¿acaso no lo son?) en esta fase, así como la sensación de ‘estar húmedas’. El flujo en la fase ovulatoria suele ser bastante transparente y elástico, puede compararse con la clara del huevo. Esta comprobación podemos realizarla al ir al baño observando el papel o introduciendo uno o dos dedos en la vagina. Además de observarlo con la vista, es recomendable olerlo, tocarlo… 

Después de ovular este flujo ira modificándose, siendo más blanco y en general habiendo menos cantidad. Si no es así, puede ser que la cantidad de estrogenos en nuestro cuerpo sea superior a la deseable. 

REGISTRO de la TEMPERATURA BASAL:

El material que necesitaremos para hacer el registro de la temperatura basal es el siguiente: Termómetro digital con dos decimales, bolígrafo, alarma y el gráfico que puedes descargar aquí abajo. 

Pulsando sobre la imagen accedes a la tabla para marcar la temperatura basal durante el ciclo.

Este es el procedimiento para el registro: Después de menstruar o alrededor del día 3 del ciclo, nada más abrir un ojo por la mañana, casi sin moverte y en la cama, estiras el brazo, coges el termómetro y te lo pones en la boca o en la vagina (siempre en el mismo sitio), así tendrás la temperatura que tiene tu cuerpo en reposo. Después, anotas esta en el gráfico de arriba y así es como iras viendo los cambios durante el ciclo.

La temperatura es muy sensible a los cambios, por lo que si te metiste especialmente tarde en la cama, has tenido pesadillas, bebiste alcohol, cenaste en exceso la noche anterior o te has levantado a hacer pis durante la noche, anótalo. Estos detalles te harán ver las «circunstancias especiales». Quizá esos días tengas picos «especiales» que si quedan anotados podrás saber las razones y no considerar estas mediciones en la vista general.

En el momento en que pasemos de la fase folicular a la fase lútea, nuestra temperatura subirá entre 20 y 50 décimas y se mantendrá ahí hasta que vaya terminando el ciclo. Esta subida ocurrirá entre 24 y 48 horas, que es cuando ocurre la ovulación. 

Así (más o menos) es como sería la gráfica de la temperatura basal:

 

TIRAS (O TEST) DE OVULACIÓN: 

Estas tiras o test de ovulación (que puedes adquirir fácilmente por internet) pueden servirte de confirmación si estás haciendo el registro de la temperatura, aunque puedas usarlas también de forma exclusiva. Si el resultado sale positivo, significa que la ovulación ocurrirá en las próximas 24-48 horas. Es recomendable no beber nada 3-4 horas antes de realizarlo, y puedes ir pegando las pruebas en la gráfica para ver las diferentes intensidades en las marcas.

 

Es recomendable utilizar los 3 métodos que te he contado aquí arriba al mismo tiempo para llegar a saber si ovulas y cuando lo haces.

Ubicar de forma física este proceso en nuestros cuerpos (por medio de las formas que te detallo arriba), nos ha aportado una nueva dimensión para la resignificación de esta fase.

Y recuerda que como todo, esto también es un proceso en el que necesitaras más de un ciclo para llegar a conclusiones. Así que, tente paciencia, Compa!.

 

 

¡El monográfico sigue! Pero si sigo, va ser el artículo más largo de la historia. Por lo que más adelante os compartiré sobre porque nuestras ovulaciones andan flojitas (en general) y que podemos hacer para fortalecernos/las.

Hasta entonces, ¡a registrar! Y si quieres, cuéntanos por aquí abajo que sabes sobre tu ovulación. Te necesitamos para cambiar el cuento 🙂

 


*Este artículo es el resumen del monográfico para el plan de autoformación (autogestionado) creado por ‘Ara!Gorputz‘ (Ione F. Zabaleta & yo). Si te interesa que trabajemos todo esto (y mucho más) juntas, escríbenos e hilamos un taller. Lo haces desde AQUÍ.

**La tabla de la temperatura original es una aportación de M. (Sin Compas cómplices, yo no haría esto. Me siento muy agradecida de tenerlas).

***La ilustración es mía, pintada con sangre menstrual. Encuentras más dibujos-experimento, en LA GALERÍA de esta web.

Las mujeres* y el dinero (Parte 1)

Las mujeres* y el dinero (Parte 1)

Sabes bien que no abogo por tener como único medidor de la Vida el dinero, aunque si considero, que si cuestionamos y observamos cómo es nuestra relación con el recurso económico, podemos darle el lugar que merece (ni más ni menos) y continuar dedicándonos a valorizar (también) todas esas cosas que si son determinantes para esa Vida que merece ser vivida y que deseamos. En este primer post (de no se bien cuantos :)), te comparto claves para reflexionar sobre este concepto que tantos dolores de cabeza nos trae.

 

¿QUÉ ES PARA TI EL DINERO?

Puedes empezar por esta sencilla y a la vez tal compleja pregunta. Puedes observar qué es lo primero que te viene a la cabeza (y a cada centímetro de tu piel) cuando alguien dice ‘dinero’, o ‘finanzas’, o ‘negociar’… o de qué forma reaccionas cuando una conversación deriva a hablar de este asunto. ¿Tensión? ¿Huida? ¿Alejamiento? ¿Susto? ¿Bajada del auto-concepto? La(s) emoción(es) que vivas determinan y te dan las pistas necesarias para comenzar por el principio: ¿Qué dice tu Cuerpo al respecto? 

Sientas lo que sientas puedes estar tranquila, porque es muy común que las leídas como mujeres vivamos estas emociones de distancia y desconcierto con este tema, de no saber que hacer e incluso de no querer hablar sobre esto porque tememos que ‘nos pillen’ o que nos metan (más) goles. Esto no es casual, (una vez más) se le llama patriarcado y nos ocurre porque…

…HISTÓRICAMENTE (TAMPOCO) NOS CORRESPONDE

Si miras hacia atrás en tu propia historia, y en la de tu familia, seguramente podrás ver que aunque en muchos casos han sido las mujeres las que se han ocupado de la administración de los euros (anteriormente pesetas y en otros lugares las divisas correspondientes) de una forma casi mágica (dicho sea de paso), han sido los hombres los que se han encargado de su obtención, dejándonos en un lugar secundario (para no variar) y con esa sensación de no merecer, de que no es nuestro, y por tanto, de que no nos corresponde. El dinero no nos ha pertenecido y en muchos casos (especialmente si miramos a nuestras abuelas) siquiera tenían la oportunidad de ganarlo, ni en un empleo ‘común’, ni con el históricamente invisibilizado GRAN TRABAJO llamado trabajo de cuidados y de reproducción de la Vida

Fue con la llegada de las mujeres al empleo remunerado cuando esto comenzó a cambiar, aunque aún hoy en día es muy probable que te cueste mucho pedir un aumento de sueldo (incluso sabiendo que lo merecemos), negociar una hipoteca o hablar dentro de tu colectivo sobre la situación financiera del mismo. ¿Por qué crees que te ocurre esto? ¿Consideras que puede tener que ver con la construcción que tienes sobre este tema? ¿Qué sabes sobre la relación de tu familia de origen y el dinero? ¿Cómo dirías que ha sido (y es) la tuya?

 

CULTURA FINANCIERA… 

Al igual que ocurre con la cultura menstrual, nos falta mucha mucha cultura financiera. Sería todo un detalle que en el cole en vez de tanta formula que no usaremos nunca jamás, nos enseñaran qué significa TAE, qué es el interés compuesto, o cómo funciona la normativa de seguros de nuestro país. Pero que esto no ocurra tampoco es casual, se le podría llamar ‘aborregamiento colectivo para el enriquecimiento de unos pocos’. Por lo que esta cultura (igual que ocurre con la menstrual) será en nuestra adultez responsabilidad nuestra, al menos, si queremos formar parte de ello, y creo que no formar parte, es casi imposible.

Para este proceso de auto-formación que debemos hacer, es muy muy (muy) importante tener presente que el dinero (en la mayoría de los casos) lo obtenemos por el intercambio que acordamos al tener un empleo, es decir, al dedicar (normalmente un montón de) horas a realizar una actividad económica. Por lo que cambiamos nuestro tiempo por dinero

Desde este punto te planteo las siguientes preguntas-llave: ¿Es de recibo que este dinero que tanto esfuerzo me ha costado conseguir, lo deje en manos de ciertas entidades para que sean estas las que jueguen y se beneficien de él? ¿En qué condiciones? ¿Qué hará esta entidad con estos euros míos que tanto sudor esconden? ¿Cuanto de lo que compro (productos financieros o seguros) comprendo totalmente? ¿Compraría por ejemplo un coche, sin entender al detalle su funcionamiento? ¿Por qué entonces lo hago si se trata por ejemplo de un plan de pensiones con una letra pequeña escrita en chino?

…y ÉTICA

Uno de los momentos mas impactantes que recuerdo en estos últimos años, fue cuando después de haber sido agente financiero y considerar que tenía mis finanzas ‘en orden’, llegué a los feminismos y descubrí el concepto de banca ética. Ahí comprendí que la lucha/resistencia es muy importante, y que esta no podría ser coherente (entiéndase esto como un camino-utopía) si los dineros de las feministas estaban perpetuando ‘el mal’ en entidades de banca tradicional. Me resultó curiosamente contradictorio como esta no-responsabilidad con el recurso económico esta funcionando en contra de ese mundo más justo que intentamos construir en nuestro día a día.

Necesitamos que el dinero también cambie de bando (y de bancos), necesitamos que este ubicado en esas ‘otras’ entidades que están haciendo un trabajo para que estas inversiones (que no son otra cosa que nuestros ahorros) estén colocadas en lugares que posibiliten la creación de realidades mas equitativas y cercanas a nuestras luchas/resistencias

 

Esta vez más que nunca te pido que consideres esta reflexión como UN CAMINO y que si te resuena el tema, vayas investigando sobre estas otras economías posibles. El sistema tradicional esta muy bien montado e ir desmontandolo desde ti puede resultarte un bosque frondoso y lleno de aristas. Lo entiendo muy bien, por lo que si quieres seguimos de la mano :).

REGISTRO para la RE-SIGNIFICACIÓN 

Sabes que re-significar se ha vuelto la palabra de moda en mi vocabulario. Son muchas las palabras que necesitan de otro imaginario, que necesitan ser desempolvadas y mirar qué esconden entre letras, que necesitan que vayamos a la raíz etimológica (y a la nuestra propia en relación a esa palabra) para ver su construcción original, y su significado en nuestros cuerpos. Y entre estas, está EL DINERO.

Para comenzar a observar esto, ¡Qué mejor que registrar sobre nuestra relación con el recurso económico! 😀

¿Has observado alguna vez si hay diferencias entre tus fases y cómo se relacionan estas con el dinero? ¿Hay en alguna fase en la que le das más vueltas al tema? ¿Por qué crees que es esto? ¿Has comprobado cuando tienes más ganas de hablar sobre esto? ¡Te invito a que anotes y escribas sobre esto, y por supuesto, si quieres, que nos lo compartas! (Yo he descubierto mi fase TOP para este tema… te contaré sobre esto más adelante). 

Si mientras, quieres seguir indagando en este apasionante tema, AQUÍ tienes la página ECO-RECURSOS de la web donde voy recopilando recursos para hacer girar esta rueda de la economía hacia nosotras. (¿Tienes algún otro? Puedes compartirmelo desde AQUÍ o en los comentarios de este mismo post).

 

 

¿Quieres seguir rascandole al tema? AQUÍ tienes la segunda parte de esta saga 🙂


*La ilustración es de Raquel Marín. (Por cierto, no he podido encontrar una ilustración en la que aparezca una mujer y dinero… señal de lo que te cuento arriba 😉 ¿Sabes de alguna? )

La niña herida

La niña herida

Estoy enfadada. Dentro un nudo grande no me deja respirar.

Y sí, escribo sin filtro cuando me encuentro así.

Pongo la lengua en el paladar y abro mi pecho como si de un paracaídas se tratase.

Cojo aire hasta el fondo. Sigo aquí. (Menos mal)

 

No hay niña herida que pueda sanarse.

Hace unos días M. me lo dijo y sus palabras quedaron resonando allí donde comienza mi útero.

“No se trata de sanar la niña herida, sino de aprender a vivir con ella”.

Y una vez más vi la trampa que me había comido mientras pensaba estar-me ‘sanando’.

 

Sanar.

Esta palabra tan usada en los últimos tiempos y que una vez más parece enarbolada para la confusión.

Para que ese capitalismo que se filtra entre las grietas más minúsculas (que con mucho esfuerzo abrimos), continué su despiadada conquista.

¿Cómo sanar-nos en una sociedad enferma? No es posible. Da igual lo bonito que nadie lo pinte.

Dan igual las meditaciones o los cursos que como buenas newagers aplicadas nos hagamos.

Quizá estos nos sirvan para hallar esperanza,

o para desaprender o re-aprender formas o herramientas con las que siquiera, consigamos calmar nuestras abundantes (no) lagrimas.

Los desgarros serán cicatrices. Cerradas o no.

Seguirán latiendo a pesar de su aparente quietud.

Y quizá, el día menos pensando, mares de sangre desborden de ellas.

Las heridas, nunca desaparecerán, y sin ellas, tampoco sería yo.

 

Sanarnos ‘solas’ mientras fuera poco cambia.

Consiguiendo el abrigo de esas Otras también heridas.

Procurando no dolernos más entre nosotras.

Aunque lo haremos. Porque somos hijas de este sistema roto y dañado.

Abandonos, falta(s) de ‘lugares’, inocencias-creativas corrompidas, sexualidades violadas.

 

Soñamos con mundos-islas-lugares-ficciones  tiernas en donde siendo quienes sea que seamos, consigamos acogernos en paz.

A veces lo conseguimos, ¡y que a gusto llora y ríe allí la niña herida!

 

Buscar constantemente sanarnos puede convertirse de vuelta en enfermedad.

Porque son caras de la misma moneda.

Porque en la dicotomía nos perdemos y nos confunden.

Porque nuestro entorno es una batalla que nunca sanaremos (ni ganaremos)

y probablemente, continuemos perdiendo-nos mientras intentamos salir de la culpa de haber enfermado.

 

“Aprender a vivir con ella”, con la niña herida,

saber quíen es, y quíen fue,

saber de sus heridas, y procurar no volver a golpearnos en ellas, con ellas, entre ellas,

abrazarme, cuando sea necesario,

acogernos, y darles espacio a aquellas que fuimos,

y que aún, en algún lugar de nuestras adentros, SOMOS y SEREMOS.


*La ilustración es de Joana Santamans, se titula «Niña soplando».

**’¿Sabes leer?‘ Artículo sobre body literacy (o coñoescritura) de Teach E. (Erika Irusta)

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