Emociones y ciclo menstrual (Parte I)

Emociones y ciclo menstrual (Parte I)

Hace poco he descubierto la importancia que tiene poner atención en las emociones. A nivel teórico lo sabía hace mucho, sin embargo han sido (y están siendo) diversas situaciones personales (tipo tsunami) las que me están poniendo en jaque para que atienda con mucha (mucha) más persistencia y detenimiento lo que acontece en mi (intenso y a ratos muy caótico) mundo interior.

Estarás conmigo en que durante un (solo) ciclo menstrual transitamos muchas emociones. Saber qué siento, cómo me siento y dónde están ubicadas en mi cuerpo es de vital importancia para poder seguir trabajando en esto de: “cómo ser un cuerpo menstruante sin morir en el intento”, o pronunciado de una forma un poco más optimista: “cómo vivirme siendo un cuerpo menstruante acogiendo (todo) lo que siento”.

 

Los tres cerebros

¿Pensabas que tenías un cerebro, verdad? ¡Pues mira, en realidad son 3! Hace unos días he realizado un Taller (bueno, lo que en nuestro Grupi hemos denominado Pintxo-pote temático, que viene a ser colectivizar saberes mientras nos tomamos unas cervezas el viernes a la tarde. (¡Por cierto, I. y M. sois unas jefas!) sobre el eneagrama (si no conoces esta herramienta aquí tienes un buen link para acercarte) y una de las cosas que más sorprendida me ha dejado ha sido que según la personalidad imperante que desarrollamos, actuamos (primeramente) desde una de las 3 partes de nuestro maravilloso cerebro triúnico[1].

Aunque hablemos de 3 partes, todas están conectadas entre sí funcionando como un ente único. De forma muy resumida, está el reptiliano (que se encarga de la supervivencia y se expresa por medio de impulsos), el límbico (responsable de las emociones asociadas a las vivencias que tenemos) y el neocortex (encargado de los pensamientos sistemáticos y lógicos). ¡Todo este pack de posibilidades interconectadas es fruto de nuestra evolución!

 

El cerebro límbico y el patriarco-capitalismo

Seguramente alguna vez hayas oído esto de que “las mujeres son emocionales y los hombres racionales”. Sin duda es una frase cargada de machismo que en mi opinión, lo único que hace es perpetuar el sistema patriarcal y dicotómico en el que vivimos, donde lo racional sigue siendo leído como “lo más” y lo emocional aún tiene la carga de “eso que te pasa por las tripas a lo que es mejor tirarle arena encima y olvidarte”.

¿Será acaso que al hombre económico[2] le han «extirpado» el cerebro límbico y es por esto que no puede sentir lo emocional? ¿Será que pensaban (y pensamos) que cuánto más alejadxs de nuestras emociones estemos, más conectadxs con nuestro neocortex, y por ende, más y más productivxs somos? ¿Será que algunas emociones no son leídas como productivas y ha sido mejor alejarnos de ellas (y al mismo tiempo de nosotras y de lo que sentimos)?  Al fin y al cabo, son unas cuantas décadas de impulsarnos a ser un homo economicus, el cual entre otras cosas, se define como 100% de racionalidad y 0% de emociones.

¡Todxs tenemos emociones, y éstas atraviesan absolutamente todo lo que hacemos en nuestra vida!

Estar en contacto con nuestro mundo emocional y ser capaces de tomar decisiones también desde ahí (de la misma forma que lo hacemos con nuestra racionalidad sin que a nadie le sorprenda) es imprescindible para construir realidades en las que los cuerpos, y los procesos (emocionales) que vivimos, tengan el lugar que merecen. Porque nuestras emociones SON, están y nos afectan (¡Y menos mal!).

 

La rueda de las emociones

No hay emociones buenas ni malas. Estas “únicamente” son la reacción visceral a pensamientos, situaciones y demás que vivimos en el día a día, y estas reacciones están condicionadas por las formas de movernos por el mundo que hemos aprendido (para sobrevivir). Sin embargo, en la cultura en la que vivimos unas y otras tienen diferentes reconocimientos sociales, y por esto, son sostenidas/acogidas/desechadas/integradas de formas (muy) distintas, tanto por nosotras, como por nuestro entorno.

Algunas, como las que están relacionadas con la felicidad están premiadas en este sistema positivista del «tu puedes» (no olvidar el siempre-siempre presente productivismo y cuales son las emociones que desde aquí se enaltecen). Otras en cambio, como las que tienen que ver con la tristeza o el miedo, quedan relegadas a esa «vida privada» que al ser considerada como tal, perpetua la idea de que esas emociones solo las viven unxs cuantas en base por ejemplo a sus hormonas, a cuanto de sensibles sean, etc. ¡Lo personal es político! ¡Por tanto, la tristeza, el miedo y las emociones también lo son!

Hace poco descubrí esta Rueda de las emociones que te comparto a continuación, y me quede fascinada con la cantidad de palabras que ahora tenga para atinar (un poco más) en cómo me siento:

la rueda de las emociones

La tengo en el frigo sostenida por imanes, y así, cuando ando confusa y me siento a la deriva, procuro acercarme y definir cómo me encuentro. Porque en este caso también, los matices, dicen mucho.

 

Diferencias entre controlar y acoger

Nuestro vocabulario se ha ido tornando poco a poco muy empresarial. De alguna forma pudiera parecer que somos mini-corporaciones productivas (también) por las palabras que usamos. Seguramente habrás escuchado esto de “gestionar las emociones”, y aunque gestión es una palabra que puede ayudarnos a comprender que las emociones son mensajeras de qué es lo que estamos sintiendo y con esto, que requieren de atención, no se trata de intentar controlarlas como si de un balance de cuentas se tratara.

Más bien se trata de (re)conocerlas y saber acoger/descifrar/conectar con el mensaje que quieren transmitirnos. Darles espacio, y a ser posible, no caer en juzgarlas(nos). De esta manera es como nos responsabilizaremos de lo que estamos sintiendo y será la forma en la que podremos ser honestas (a la vez que empáticas) para poder transmitirlas si fuera necesario. A esto se le llama Inteligencia emocional.

 

Ciclo menstrual y emociones

Seguro que si llevas registrando un tiempo te has dado cuenta que transitas por diversas emociones en las diferentes fases del ciclo… ¿Cuales son? ¿Las reconoces? ¿Te animas a registrarlas y a ir definiendo los matices utilizando la rueda?

Este post tiene segunda parte, donde te contaré cuales son las emociones por las que transito (habitualmente) durante mi ciclo. ¿Registras tú también y compartimos?

 


[1] https://psicologiaymente.com/neurociencias/modelo-3-cerebros-reptiliano-limbico-neocortex

[2] «… homo economicus, basa sus decisiones en la medida de que afecten en mayor o menor grado a su función de utilidad personal. Y por tanto, se niega que el ser humano considere en sus decisiones el bienestar de los demás y el del propio planeta. Es decir, se niega que las decisiones estén afectadas por factores ambientales y emocionales, como afecto, gratitud, amor, justicia…a menos que esto le convenga al individuo» . Fuente: https://economipedia.com/definiciones/homo-economicus.html

*La ilustración del post es de Agustina Guerrero.

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

De cómo tu ciclo menstrual es resistencia (anti)capitalista

Si lees este post el día que ha visto la luz (22 de febrero del 2019),  te cuento que faltan exactamente 13 días para el 8 de marzo. El segundo 8 de marzo histórico en el que la huelga de cuidados, laboral y de consumo será lo que viviremos. No sé si ya somos la cuarta ola (o la quinta) del feminismo. Lo que sé es que es una ola global, un tsunami de mujeres (y personas-realidades diversas) que está azotando fuerte las costas del sistema que quieren hacernos creer que es el único posible.

Pues resulta que no, no es el único. Porque poco a poco vamos encontrando otras islas en medio de océanos oscuros en los que pacer bien a gusto, rodeadas de luz y plantas frescas y fuertes, y de otras Compas que igual que nosotras buscan refugio en medio de Esta Cosa Escandalosa…

Yo, desde mi humilde posición de guerrera que teclea (y prosume, como dice Remedios Zafra), después de (más de) 3 años de registros propios (y entrevistas camufladas a Compas-cómplices) y de lecturas-prácticas que me guían a otras formas de economía(s) posible(s) (entre ellas como sabes, la economía feminista y transformadora, los proyectos cooperativos y comunitarios, el decrecimiento…), quiero posicionarme y dejar en este histórico momento constancia de que... 

…el ciclo menstrual (también) es una forma de resistencia (anti)capitalista.

 

RESISTENCIA DESDE LA(S) PERIFERIA(S)

Sea cual sea tu momento, estés en el punto donde estés de este viaje hacia ti misma, comienzo por contarte que tenemos en nuestras bragas una forma de resistencia feroz. Se llama ciclo menstrual y en realidad, da igual si lo tienes o no, porque lo importante es que como cuerpo cíclico (y/o cuerpo no-normativa), eres periferia, y en las periferias es donde encontramos siempre la(s) resistencia(s).

Esto puede sonar a ‘La guerra de las galaxias’, y es que nunca antes (o quizá sí pero yo no lo sé) la luz y la oscuridad habían estado tan peleadas. Los pueblos «sin cultura ancestral (aparente)» son colonizados rápidamente por esto que llamamos capitalismo neoliberal y los que la tienen, pronto sucumben y dejan atrás lo que marca la potencia de lo local (sus saberes ancestrales, negocios locales, etcétera) en pos de esas multinacionales de brillo-oscuro que prometen esa engañosa abundancia y ese bienestar que genera opresión.

De vuelta a ti, a tus adentros, a tus cavidades, a tu danza hormonal, a tu Cuerpo (especialmente si entendemos esto tanto de forma individual como siendo el Cuerpo colectivo que somos), encontraremos soluciones para resistir esta conquista que (pretende) arrasa(r) con todo.

Considera que todo aquello que no atiende a la lógica productivista (tanto hago, tanto soy) es hacer resistencia. 

Para adentrarnos en esto, comienzo con esta pregunta-reflexión: ¿Cual(es) de tus fases del ciclo menstrual consideras que ‘le gusta más’ a esta lógica? 

Tengo argumentos para decir que atender tu ciclo menstrual (y los procesos de tu Cuerpo) es una forma de resistencia (anti)capitalista. Aquí los enumero mientras desenfundo mi espada láser multicolor:

 

Tiempos, procesos y ciclos

Está claro que tu Cuerpo no atiende a la linealidad con la que está montado todo ahí fuera. Nada de procesos, ni de subidas y bajadas emocionales, nada de vivir más abajo del cuello, nada de dormir ‘demasiado’, ni por supuesto nada de ciclicidad(es). Esto lo nombre como ‘Violencia Lineal‘, y aquí y ahora, lo reitero.

  • Descanso/Acción: Para que tu accionar sea de calidad (tanto para ti como para lo colectivo), tu descanso ha de serlo igualmente. Cada quien y en cada momento podemos tener diferentes formas de descansar. Todas son válidas, siempre y cuando te sirva para respirar y resetearte. Si, lo sé, el descanso puede parecer un gran privilegio (y en muchos casos lo es), por esto traigo esta reflexión activa, porque seguir rascando minutos para ti, es lo que mejor que puedes hacer.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te dan la oportunidad de saber qué tipo de descanso necesitas en cada una de ellas. Y poco a poco, puedes ir generando estrategias para darle espacio.

  • Enfermedad/Salud: ¿Cuál es la línea que separa estos dos conceptos? ¿Quién la marca? ¿Tú o la ciencia médica? ¿Podemos estar sanas en un sistema enfermo? Bajo mi punto de vista somos seres que se balancean entre estos dos conceptos-procesos. Hay enfermedades que es vital que sean diagnosticadas y tratadas, aunque hay otros muchos procesos que vivimos que en realidad no pueden integrarse en ninguna de estas dos ideas dicotómicas.

El ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) te harán poner en duda y quizá encontrar nuevas palabras para nombrar esos momentos en los que no te sientes enferma aunque tampoco te encuentras en tu mejor momento.

 

Emociones

En este rato tan MisterWonderfulista, van saliendo estudios y artículos que dejan constancia de que  «ni las sonrisas curan, ni estar feliz es un tratamiento«. Así, ante la reiteración de ciertas corrientes que nos inundan con ‘pensamientos positivos’ (muy poco realistas y nada ubicados en los diferentes contextos), acoger esas otras emociones se convierte en vital para esta Resistencia que te planteo.

  • Tristeza/Alegría: Aunque en la teoría todas sabemos que sin una no podríamos ver-valorar la otra, en la práctica, sostener, acoger y gestionar la Tristeza nos supone un gran reto. Salir a la calle con lágrimas en los ojos es todo un experimento que te invito a probar. Y si puedes, comparte como es este sentimiento para ti, escribe, habla de ello, ubícalo en tu Cuerpo y dale espacio.  
  • Ira/Paz: Te confieso que con esto de la Ira o la Furia tengo un gran reto. Me cuesta articular palabra porque no se bien como es la expresión de esta en mí. Hace unos días vi este TedTalk que me ha resultado de gran inspiración: «La furia de una mujer encierra siglos de sabiduría«… ¿Qué te parece? ¿Cómo llevas tu esto de la Furia?

Durante el ciclo menstrual y sus diferentes fases (además de en otros procesos del Cuerpo) sentirás diferentes emociones. Es muy importante estar atenta a todas ellas, como te digo ubicarlas en el Cuerpo y hablarlas te acompañara a saber que no eres la única que las siente y que cada una tiene un sentido en tu tiempo-Vida.

Otras formas

Además de observar ciclos y procesos, y de ir aprendiendo a gestionar las emociones, podemos encontrar otras formas con las que construir un mundo con unos valores ‘menos productivistas’, en el que la premisa ‘tanto hago, tanto soy’ vaya girando a: ‘Tanto (me) cuido (atiendo, gestiono, construyo…), tanto soy’.

  • Profesionalidad y Juego: Pudieran parecer términos opuestos. Aunque yo abogo (y trabajo) por conjuntarlos. ¿Cómo es para ti una persona profesional? ¿Fría, distante, alejada de cualquier emoción? ¿Y si inventamos la forma en la que lo profesional pueda estar atravesado por el juego y la experimentación? ¿Es acaso poco profesional plantear que no sabemos todo y que queremos aprender? El valor del juego es tremendo y en mi opinión una forma fantástica de seguir aprendiendo.
  • Cuidar de mí, me hará cuidar de la Tierra: En mi caso, este proceso de reconexión y acogida de mi propio Cuerpo me está llevando a re-conectar y acoger el cuerpo común. Es decir, a tener más presente la Tierra y con esto, a observar e ir modificando mis propias decisiones en cuanto al consumo, los servicios (que consumo) y mis propios valores de Vida.
  • Otros tiempos, otras fuerzas: Como dicen desde los movimientos decrecentistas: «Vamos lento porque vamos lejos», y es que más vale paso corto en firme que largo y movido (esto último me lo acabo de sacar de la manga).  La velocidad y la intensidad, tener la agenda petada de eventos, ir de un lado para otro, poder con todo, etc. parece que se han convertido en sinónimos de vida, y en realidad, con esto sería clave preguntarnos ‘desde donde, ‘para qué’ y ‘cómo’, porque en estas tres preguntas es donde podemos hallar Resistencia y esas otras formas de crear Vida.
  • Abrazar contradicciones: Seguro que con todo esto se te mueven contradicciones. Sí, a mí también. ¿Y si te digo que estas, y las dudas incluyen un gran poder y un gran valor? El poder está en seguir cuestionándonos, en encontrar brechas por donde detonar y en no perdernos de vista, tanto para aceptar dónde estamos como para vislumbrar a donde queremos ir. 

(Mientras preparo este post, me encuentro con esto en la pagina Femme Punk de Facebook… me lo he imprimido y está encumbrando mi despacho)

 

Registra, cartografía(te), atiende(te), acompaña(te), sé resistencia

En realidad y sobre todo, lo que es resistencia capitalista es atender, gestionar y (si te ves para ello) compartir lo que vives con/durante/en tu ciclo menstrual (además de en otros procesos relacionados con el Cuerpo). Porque todo esto (sobre)vive en la parte de abajo del famoso iceberg de las opresiones, y hacerlo visible, nombrarlo, que exista es ya una forma de sacarlo de esa sombra a la que decidieron relegar a Tristeza, a Juego, a Descanso… y a todo aquello que se considera no-productivo.

Siempre te lo digo, si puedes hacerlo acompañada de Compas-cómplices, mucho mejor. Porque registrar (y compartir los tesoros hallados), atender(te)(os), acompañar(te)(os), es la máxima revolución para poner los Cuerpos en el centro que podemos articular y accionar en nuestras rutinas diarias.

Sigamos siendo Resistencia Tierna y Feroz, y pongamos para esto (también) todo lo que el ciclo menstrual nos muestra en cada fase.

 


*La ilustración es de Montse Tanús

El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)

El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)

Tal y como te contaba en el primer post sobre ‘El Tiempo/Los Tiempos (Parte 1)‘, poner el foco en los segundos de vida es no andar regalando arena de nuestro reloj propio (sin que así lo queramos). ¿Cómo sería tu vida si pudieras atender a tus ritmos propios? Artículo con tabla-llave para continuar caminando de vuelta a Casa. A tu cuerpo, a tus tiempos. A nuestros cuerpos, a nuestros tiempos.

 

De lo cíclico a lo lineal (alejándonos del entorno)

Si aún vamos un poco más atrás en la historia de lo que te comentaba en el primer post relacionado con los tiempos, las culturas originarias medían sus tiempos de forma cíclica, las estaciones y las lunas lo marcaban todo, ya que de esta manera era como sabían cuando tocaba sembrar o recorrer (por ejemplo).

Fue con la llegada de la cultura cristina, y para que esta tuviera un lugar más donde validarse, cuando se legitimó y comenzó a usarse la forma lineal del tiempo que ahora conocemos. La vida terrenal de cada persona quedaría así marcada con un fin (que llegaría con la muerte como idea individual) y el concepto de “vida eterna” debía quedar fuera de la imaginación de cualquier ser humano a menos que fuera con el fin de habitar edenes o infiernos.

Desde entonces los cuerpos cíclicos (y todos los cuerpos que viven procesos, osease, todos los cuerpos) (sobre)vivimos sufriendo esta violencia lineal creada por un sistema que lo único que busca es que unos pocos se beneficien (expoliando, tanto a humanos como a animales como a la Tierra misma) mientras que el resto hacemos malabares entre una salud-enfermedad (y otros tantos procesos fisiológicos) que cada día está más atravesada por factores que difícilmente podemos ‘controlar’.

 

De lo lineal a lo cíclico (de vuelta a Casa)

Podemos entonces considerar que el tiempo, como forma lineal es (también) una construcción cultural, que tiene la perspectiva opresiva heteropatriacocapitalista como eje y que por tanto, no entiende (ni atiende) a los ritmos de los Cuerpos. Así, la ciclicidad generada por nuestra danza hormonal no existe en los tiempos productivos, y esto (como no)  nos lleva a nosotras a estirarnos cual pajitas para continuar el ritmo infernal al que nos empujan.

¿Cómo sería tu Vida si pudieras atender tus tiempos propios?

Te propongo que reflexiones de manera activa sobre esta pregunta, y que juegues a imaginarte y a fantasear con cómo seria esa Vida que para ti merece ser vivida. Si te animas puedes escribirlo con todos los detalles que se te ocurran. ¿A qué te gustaría dedicarte en tu empleo? ¿Cómo es ese lugar en donde te gustaría vivir? ¿Cómo son las personas de las que te rodeas? ¿A qué dedicas tus tiempos propios? Esto no va de hacer la carta a esos reyes magos (que por cierto, son otra construcción social terrible y que bajo mi punto de vista incita a la mentira y a la desconfianza), va más bien de que continúes construyendo ese ‘otro imaginario’ para ti y para las personas que te rodean.

 

Concretando tiempos

Ok, volvemos a la tierra, a tu cuerpo, a tu Vida 🙂 y para poder concretar lo que te comento arriba, aquí abajo tienes una tabla-clave-llave. En ella encontrarás los días de la semana y las diferentes acciones que realizamos a lo largo de esta. Se trata de que la imprimas y que junto a tu registro menstrual (¿Vas con ello, verdad? ;)), te dediques un rato al día a completarla. (Accedes a ella haciendo click en la imagen de aquí abajo).

Al final de la semana puedes obtener los porcentajes y ver así cómo utilizas este preciado y tan conquistado tesoro que son nuestros segundos. Y si completas la tabla durante más o menos 4 semanas (o la duración que tenga tu ciclo), podrás ver de qué formas se relacionan tus tiempos y tus fases.

También puedes reflexionar sobre las tensiones que te haya generado el clasificar tus quehaceres en las categorías que aparecen, por ejemplo, si tu ‘vida social’ y tus actividades de ‘militancia’ están relacionadas o si consideras como ‘formación’ alguna charla a la que hayas asistido en tu colectivo.

Si te das al ejercicio, recuerda que no hay bueno ni malo. Quizá te asomen juicios (es probable) y cosas que te parece que no están bien. Recuerda que todxs estamos conquistadas por historias, tiempos, deseos y necesidades ajenas, y esta herramienta esta ideada únicamente para ser usada como faro e inspiración para continuar abriendo brechas hacia tu cuerpo y tu Vida.

 

En relación y hacer red para la reconquista

Si convives con más personas, podéis hacer este ejercicio de manera individual y luego ponerlo en relación, porque así será como podáis ver si dentro de la convivencia las tareas/trabajos/cuidados son equitativos y están equilibrados o si hay que proponer alguna otra medida de valor para darles el lugar que merecen.

Si trabajas dentro de algún colectivo, también puede ser un buen ejercicio para visibilizar tareas y tiempos (y repartirlas si fuera necesario) entre las personas participantes, y ver así, que es lo que más se visibiliza (y normalmente valora) y que no.

Y por supuesto, te recuerdo que yo estoy al otro lado realizando estos mismos ensayos/practicas/investigaciones que te propongo, por lo que estaré tremendamente encantada y agradecida si quieres compartir conmigo cualquier reflexión, comentario o aportación.

¡Al igual que los cuerpos, será también juntas como reconquistemos los tiempos!


*El dibujo de este post es mio y esta pintado con sangre menstrual. Puedes ver mas dibujos-experimento en LA GALERÍA.

El tiempo / Los tiempos (Parte 1)

El tiempo / Los tiempos (Parte 1)

Abordar este tema se me antoja como hablar del origen mismo del universo. Alguna vez he pensado que podría haber sido filósofa, y es que es uno  de mis hobbies que últimamente se ha visto inspirado por la serie Merlí (¿La has visto? ¡Te la recomiendo!). En este post mi intención es ir concretando algo abstracto y seguir ubicando nuestro entorno para así no perdernos de vista. Por lo que dale la vuelta al reloj de arena, y ¡vámonos!

 

Cuerpo(s) y segundos, ambos finitos

Vinimos a la Tierra (sea como sea esto, que podríamos filosofar también largo y tendido) con un cuerpo y unos segundos de vida. Y aquí estamos, en un tiempo que no durará un eón[1] (o si), con unas carnes que alguna vez serán polvo y en un planeta que aunque el capitalismo neoliberal nos vende sin límites, todas (y todos) sabemos que los tiene.

Todo muy optimista, ¿eh? No, en serio: Somos finitas, y nuestro tiempo también.

El tiempo es tan elástico como denso. Coincidirás conmigo en que hay días que se pasan en un abrir y cerrar de ojos, y otros en los que parece que hubiera pasado toda una eternidad. Sea como sea, LOS TIEMPOS SON NUESTROS, aunque al igual que nuestras carnes morenas, los relojes también sufren de una conquista capitalista sin precedentes que nos hace vivir en la angustia del ‘no llego’, ‘no me da tiempo’… Tener esto bien presente, continuará acompañándonos a tener los ladrones de tiempo muy en cuenta para continuar ubicando cuales son nuestras decesidades y prioridades, y sobre todo, para saber de qué maneras gestionamos nuestro bien más preciado: El tiempo.

 

La era del aburrimiento que nunca llegó

Tal y como expone Bregman en el libro ‘Utopía para realistas’: “George Bernar Shaw, el dramaturgo galardonado con el Nobel, predijo en 1900 que, a ese ritmo, en el año 2000 los obreros solo trabajarían dos horas diarias.”[2]

Se estimaba que dado el crecimiento de la robótica y las tecnologías (que nacían entonces), el tiempo dedicado al trabajo remunerado y productivo iría disminuyendo, y que en consecuencia podríamos darnos a la vida contemplativa y desarrollar nuestros talentos en el arte, el placer o que sencillamente tendríamos que aprender a lidiar con el aburrimiento. ¡¿Puedes imaginártelo?!

Sospecho que en aquella época no pensaban en viajes de 10 días que recorren el mundo, ni en pantallas gigantes en cada hogar, ni en ropas cambiantes por ‘cada temporada’… Por ello, lo que pensaron era que para cubrir las necesidades que ahora llamamos básicas y que en aquella época eran el «todo necesario para la Vida», con trabajar 8 horas semanales sería suficiente.

Lo que ha resultado ha sido todo lo contrario. Bajo mi punto de vista, además de porque las políticas feroces legitiman e impulsan las desigualdades y el empobrecimiento brutal al que somos sometidas con la precarización de los empleos remunerados (y al que a la vez sometemos a la parte del mundo ‘que no vemos’), ha sido porque (parece ser que) cada vez necesitamos más y más cosas para vivir además de porque nos han contado que la acumulación capitalista es el fin mismo de la Vida. Y aquí nace la primera pregunta (que siempre abre más y más interrogantes): ¿De veras que las necesitamos? ¿De veras que el tiempo invertido en trabajo productivo para la adquisición de todas estas cosas, merece la alegría? ¿De veras que no hay otras ‘cosas’ que podamos/queramos acumular/vivenciar/experimentar usando ese mismo tiempo?

 

El tiempo (también) es político

Al igual que cada uno de nuestros cuerpos, el tiempo, los tiempos que tenemos también son políticos. Con esto quiero decir que el uso (o desuso) de estos hará que lo que hagamos con ellos nos lleve en una dirección o en otra. Y también hará que el planeta entero gire en determinada dirección.

El tiempo, es economía, porque como te digo el empleo que demos a cada uno de nuestros segundos, determinará en gran medida el rumbo de nuestras vidas. Y no quiero confundirte con esto, sabes bien que no abogo por (y que me estoy quitando del) productivismo con perspectiva/intención acumulativa. No se trata de trabajar más horas ni con más intensidad, sino de poner el foco en donde invertimos el tiempo y en donde colocamos el dinero que obtenemos mediante el uso de éste. 

Desde los feminismos hablamos de la conquista de los cuerpos, y en mi opinión, también los tiempos requieren de una reconquista. Todo está (todo el tiempo, valga la redundancia) atravesado por un capitalismo que se nos inserta desde el iris, nos vibra por todo el cuerpo y finalmente se enraíza en nuestros cerebros en cuanto vemos por ejemplo, un anuncio. Entonces, ¿qué hacemos con esto? ¿Cómo rompemos esta seducción dañina que a cada rato sentimos en nuestras entrañas?

Sé que la cosa esta chunga, que la precarización (y falta de valor) de los trabajos nos deja en bragas constantemente y que muchas ‘no llegamos’ (pronto más sobre este temón que es el dinero). Sabes que mi propuesta es decrecer y si es acuerpadas, mucho mejor. Y no como forma de ‘austeridad’, ni impulsadas por las políticas ‘austericidas’, sino más bien como una decisión hacia la Vida que merece ser vivida, tanto individual, como colectivamente. Porque las formas de consumo de este nuestro occidente no se sostienen, y porque si además, para vivir de esta forma tenemos que invertir tanto tiempo en trabajos que no nos gustan, ¿acaso no merece esto una parada reflexiva?

 

Tiempos al MAPA

¿Recuerdas el Mapa del tesoro? Aquí tienes este post. ¿Lo hiciste? (Bueno, ahora también puede ser un buen tiempo para hacerlo).

Rescátalo y observa aproximadamente el tiempo que dedicas a cada uno de tus satélites, tomando por ejemplo la medida de una semana.

¿Cuánto tiempo dedicas a tu(s) trabajo(s) remunerados? ¿Cuánto a los cuidados de otras personas o a las relaciones que te nutren? ¿Cuánto a tu propio cuidado y a la atención de tus decesidades?

Recuerda que NO HAY JUICIO POSIBLE, ESA ES TU REALIDAD y ES BIEN. Si observas que hay algo que te gustaría modificar, márcalo y estate bien atenta a los tiempos que le dedicas a esto. Un pie tras otro, no hay ningún sitio al que llegar, y lo más importante, no hay prisa para hacerlo. Porque la prisa es otro mecanismo capitalista, y tomarnos nuestros tiempos propios (los del Cuerpo, los de los procesos que nos indican que estamos en la Vida) es resistencia y subversión cuidada.

 

Aquí encuentras la segunda parte de este post ‘El Tiempo/Los Tiempos (Parte 2)‘.

 

[1] Eón: En filosofía, período de tiempo indefinido e in-computable.

[2] ‘Utopía para realistas’. Rutger Bregman (Ed. Salamandra). Pag.121


En que me ando…?

✔El día 27 de Octubre estaré en Torrelavega participando en el IV Foro Cántabro por el Cambio, será en Cima Torrelavega (Paseo Rochofort Sur Mer S/N), a partir de las 10:00. Estaré junto a otras Compas muy interesantes hablando  sobre el proyecto en el espacio titulado: «Experiencias feministas en la económica de mercado: Hacia una economía Feminista«. (Entrada libre). ¡Nervios y ganas! Si vienes porque lo has leído por aquí, POR FAVOR, ven y nos abrazamos:)

✔El 10 de Noviembre estaré también en Cantabria (ampliando horizontes). Esta vez estaré junto a Izaskun Zarrandikoetxea (de Mundo Ivaginario) en un taller titulado «Conociéndonos para disfrutarnos» que organizan «Mujeres jóvenes Cantabria». Le daremos espacio a la Cultura Menstrual, y que sea tejiendo redes colaborativas, ¡me entusiasma! Tienes más info, AQUÍ.

✔ ¿Qué tú también quieres que nos encontremos y que sigamos creando Cultura Menstrual y Economía Feminista? AQUÍ tienes mi propuesta, y si tú tienes otra, cuéntame e hilamos juntas 🙂 (Me contactas desde AQUÍ).

El mapa del tesoro

El mapa del tesoro

Algo quise contarte en el post de ‘Fin de Curso‘, aunque como a veces me ocurre: muchas ideas + pocas letras = CAOS (en mayúsculas). Por lo que hoy, vengo a contarte con todos los detalles cómo hacer el mapa del tesoro. ¿Qué cual es el tesoro? Pues obviamente TÚ.

Nos pasa que andamos distraídas con tanto estimulo que hay en esta nuestra era de la tecnología y las prisas. Todo el día de aquí para allí y al llegar la noche te sientas en el sofá agotada y piensas: ¿qué es lo que he hecho hoy? Seguro que han sido miiiiiles de cosas, aunque a mí me ha solido ocurrir que a pesar de todo tengo la sensación de no haber hecho ‘lo suficiente’. Y es que lo que tenemos en nuestros cocos como legitimado (y a lo que le damos ‘la mayor’ de las importancias) es al trabajo productivo/productivista (y remunerado) y todo lo demás que hacemos (que como te digo son infinidad de acciones) queda relegado como secundario en nuestra percepción y también a nivel social (porque este es el lugar que nos han contado que tienen estos ‘otros trabajos’).

 

Y tú… ¿estás ahí?

También te he contado varias veces lo importante (e imprescindible) de orientar nuestra brújula interna para así poder ubicarnos en el centro de nuestra realidad. Estas indicaciones que obtenemos a través de esta (de nosotras mismas en relación con nuestro entorno) nunca están ‘bien’ o ‘mal’, simplemente nos indican donde estamos. Es imprescindible saber esto para poder ubicarnos y caminar en otras direcciones si así lo decesitamos (deseamos-necesitamos) y/o lo sentimos.

Para esto, aquí te traigo un ejercicio muy interesante (a la par que simple y profundo) para comenzar a navegar por el rumbo que tú decidas, y sobre todo para saber que en medio de la vorágine, sigues AHÍ. No perderte/no perdernos se me antoja revolución en este mundo donde todo parece mas importante que tu misma, tu cuerpo y tus deseos-necesidades.

Antes vamos a reflexionar sobre algunos conceptos con los que te encontrarás mientras lo realizas.

 

Definiendo conceptos (trabajo y empleo)

Estas dos palabras pueden confundirnos mucho, y no creo que esto sea casual. El capitalismo se sostiene en gran medida porque a lo único a lo que le damos valor y lo que esta valorado socialmente es el empleo (evidente, que esto es lo que nos da de comer y valor tiene), y porque hemos sido educadas para que en muchas ocasiones el trabajo (mayoritariamente no remunerado) parezca que lo hacemos por cosas tan abstractas y que de tanta ‘limpieza’ necesitan como el «amor».

Por tanto, muchas veces el empleo parece ser el único medidor de lo que hacemos (tanto ganas, tanto eres). Pero, ¿qué pasa con ‘el resto’? ¿Acaso no son importantes para que la producción y reproducción de la Vida sea, todos aquellos trabajos que no son retribuidos económicamente? ¿Los valoras? ¿Son valorados en tu entorno?

No es solo que sean importantes, es que son imprescindibles, y para ver esto, es fundamental que re-signifiquemos lo que cada una de nosotras sentimos con ambas palabras y que podamos darles un lugar en nuestras vidas. Porque un empleo es un trabajo, pero un trabajo no siempre es un empleo.

Este es mi senti-pensar respecto a estas palabras :

  • Empleo: Remuneración económica como condición y diferencia principal del resto de trabajos, y quizá otros valores secundarios (expansión personal o ‘hacer carrera’, relaciones interpersonales…)
  • Trabajo: Todo aquello que lleve un uso de nuestra energía aunque no tenga retribución monetaria (crianza(s), expansión personal en procesos de vida, cuidados tanto de personas como de animales, relaciones interpersonales, activismos…)

 

¿Cómo lo ves? ¿Cómo lo sientes? ¿Cuáles son para tí las diferencias? ¿Qué lugar tienen en tu vida cada una de estas palabras?

 

El mapa del tesoro

Dicho esto, aquí tienes las indicaciones para realizar el ejercicio que te propongo, TU MAPA. Para ello necesitas un folio y un lápiz (o si te gustan más las pinturas de colores, también puedes usarlas, ¡faltaría!). Haces un circulo en medio y pones tu nombre: Esa eres tú y estas ahí. Ahora se trata de localizar tus satélites, o aquellas acciones/trabajos/empleos que realizas y que son parte de tu vida. Pon atención en todo aquello a lo que le dedicas tiempos y energía. La estructura inicial del mapa seria algo así:

Items que te propongo marcar en el mapa:

Recuerda realizar una linea por cada uno de ellos (ejemplo: Si tienes 2 trabajos remunerados cada uno lleva a un globo/linea individual).

  • Empelo(s) remunerado(s) con dinero.
  • Otros trabajos no remunerados con capital: Tareas del hogar, proyectos e ideas que estés desarrollando, crianza(s), cuidado(s) de personas/animales…
  • Relaciones tanto de familia de origen como de amistades, familia elegida, compas de trabajo, etc.
  • Activismos u otras acciones de militancia en las que participes.
  • Ocio/tiempo ‘libre’ (necesitamos una nueva palabra para esto… ¿Alguna idea? ¿Hacer NADA? ¿Mi tiempo? ¿Hacer lo que me salga del higo?).

 

Priorizando (y cuestionando) ando

Para no diluirnos en lo urgente y olvidarnos de lo importante (cosa que nos pasa mucho a las leídas como mujeres), es clave saber cuales son nuestras prioridades. Nuestra energía no es infinita aunque algunas veces así lo creamos (a mi me pasa en Preovu) y es fundamental saber como es nuestro universo de utilización de esta nuestra-energía, para así poder medirnos y dar a cada cosa el tiempo-lugar que precisa o que queremos.

Cuando tengas el mapa completado seguramente veas la cantidad de cosas que te rodean y cómo es tu inversión de tiempo-energía. Te recomiendo que profundices en cada una de ellas y veas si le estas prestando lo que necesitan (o no). Para esto, puedes hacerte preguntas como estas:

  • Empleo(s) remunerado(s): ¿Cuánto tiempo invierto en el/ellos? ¿Está bien así para mi? ¿Me proporcionan algo más que dinero? ¿El qué?
  • ‘Otros’ trabajos: ¿Cuánto tiempo invierto en ellos? ¿Está bien para mi? ¿Qué obtengo al realizarlos?
  • Relaciones: ¿Tengo algún proceso en marcha con alguna de las personas de mi entorno? ¿Es esto un trabajo para mi? ¿Qué relaciones considero que requieren nutrición? ¿Cómo gestiono el tiempo con estas?
  • Activismo(s)/militancia(s): ¿Son trabajos para mí? ¿Qué lugar tienen en mi vida? ¿Qué me aportan? ¿Cuánto tiempo les dedico?
  • Mi tiempo: ¿Tengo suficiente? ¿En qué lo invierto?

Si hay alguno de los items que te gustaría modificar o al cual quieres prestarle especial atención porque no te parece que este en el lugar que te gustaría, puedes subrayarlo de otro color o crear tus propias marcas en el mapa. Puedes hacer hasta una leyenda. Es TU mapa, así que ¡creatividad al poder!.

 

¡Tierra a la vista!

Este mapa estará en constante evolución o cambio, porque ademas de cíclicas (y de las variaciones que con esto tenemos), somos cambiantes en relación según como va mutando (también) nuestro entorno. Por lo que te recomiendo colocar este mapa en un lugar donde lo veas SIEMPRE y así, recuerdes que eres mucho más de lo que recuerdas/sabes de ti misma en diferentes momentos, tanto de vacío (esos en los que no sabes bien por donde caminar), como de caos (esos otros en los que todo parece ponerse patas arriba).

Los empleos cambiarán, las relaciones decesitarán más o menos de tu tiempo, puede ser que los procesos y cuidados vayan modificándose y por esto, es importante que mantengas al día este mapa. Yo suelo revisarlo mínimo una vez al ciclo. Para mi, el día top para hacerlo suele ser el día 3-4 del ciclo, cuando empiezo a sentir que los estrogenos vuelven a inundarme y justo cuando necesito recordarme donde estoy.

¡Dale al mapa! En el tienes las coordenadas y el ‘usted esta aquí’ de este viaje hacia ti misma y hacías la(s) forma(s) que utilizas para relacionarte con el entorno. Así que no perderlo de vista, es no perderte de vista. Ademas, te anticipo que pronto seguiremos trabajando con él. ¿Alguna razón mas para coger lápiz y papel ya mismo, Capitana? :p


*La imagen es mía y esta pintada con sangre menstrual. Puedes ver más dibujos-experimento en la GALERÍA.


*Si no quieres perderte ni uno de los post y recibirlos junta a la newsletter cada 15 días en donde te cuento mas cositas, ¡SUSCRIBETE! (Lo haces completando el formulario que encuentras AQUÍ.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies