¿Quién soy? (Stereo. Miren Gaztañaga)

¿Quién soy? (Stereo. Miren Gaztañaga)

Hace poco, en una conversación filosófica de viernes tarde entre cañas, comentaba con una Compa que cuando me pregunten a que me dedico la mejor respuesta sería: «Ha descubrir quién soy y encontrar cual es mi lugar en el mundo».

Aquí abajo encuentras un texto construido a base de fragmentos del libro ‘Stereo’ de Miren Gaztañaga. Este libro narra el proceso creativo de esta obra-performance en la que dicha actriz (y un equipo de Compas) juega y da vida a diferentes identidades salidas de ella misma con el objetivo de saber ‘quien es’.

Tengo el privilegio de decir que Miren es amiga-hermana mía y al pedirle permiso para realizar esta publicación me dijo que era un honor. Sin duda, el honor (y la alegría) es mutuo. Desde aquí (también) mi más sincero agradecimiento por esto (y por tanto), también a Sara, porque juntas, las tres, somos capaces de poner el mundo del revés y que al girarlo, la Vida sonría entre contención e infus ricas.

Espero que este texto-puzzle te inspire tanto como a mí. Más abajo, encuentras la versión original en euskera y si lees en este idioma, te recomiendo la lectura completa del libro, el cual puedes adquirir en la página de «Euskal Herriko Antzerkizale Elkartea«.

 

¿Cómo es el mirar de la mirada con la que te miras a ti misma?

¿Cómo miras a la mirada que te mira?

¿Es de tu talla el vestido que vistes? ¿Te aprieta en algún lugar? ¿o lo sientes demasiado suelto? ¿Puedes quitártelo y ponerte otro? ¿Tienes donde guardarlo? ¿Hay más trajes y vestidos ahí? ¿Los enseñarías todos en público? ¿Vistes con las mismas telas en espacio privados y públicos? ¿Cuáles son tus preferidos? ¿Dónde encuentras los patrones de tus trajes? Y los ropajes internos y externos, ¿tienen una buena relación entre ellos?

¿Quién me dio este vestido? ¿Cómo es posible que esto que he llevado puesto siempre, lo haya cosido yo, sin saber siquiera enhebrar aguja e hilo?

¿Dónde estás? ¿Estás conmigo? ¿Qué tienes alrededor? ¿Te gusta lo que ves? ¿Cuántas Tus escondes debajo de la piel? ¿Son femeninas? ¿Masculinas? ¿Heterosexuales? ¿Homosexuales? … ¿Dónde demonios están las raíces? ¿De qué te alimentas? ¿Qué le contarías a una desconocida?

¿Cuántas Tu hay dentro de ti? ¿Les das permiso a todas esas que eres? ¿Cómo las vives? ¿Qué esperas de ti misma? Y las demás ¿Qué esperan de ti? Y si de repente cambiaras de dirección, y por un instante, ¿gozaras de ello? ¿Cuál es esa dirección? De todas las que eres, ¿a cuál elegirías? ¿Has explorado todas? ¿Quién eres tú?

[EUS]

Nola begiratzen diozu zure buruari begiratzen dizun begiradak begiratzen dizunean?

Nola begiratzen diozu begiratzen dizun begiradari?

Soinean daramazun soinekoa zure neurrikoa da? Estutzen al zaitu nonbait? Edo solteegi sentitzen duzu? Kendu dezakezu eta beste bat jantzi? Baduzu non gorde? Bertan ba al daukazu soineko edo traje gehiagorik? Guztiak publikoki erakutsiko zenituzke? Espazio publiko eta pribatuetan oihal berdinak janzten al dituzu? Zein oihal dituzu gustukoenak? Non bilatzen dituzu zure jantzientzako patroiak? Eta barne eta kanpoko arropek, harreman ona dute beraien artean?

Non zaude? Norekin zaude? Zer daukazu inguruan? Gustatzen zaizu ikusten duzuna? Zenbat zu gordetzen dituzu azalaren atzean? Femeninoak al dira? Maskulinoak? Heterosexualak? Homosexualak?… Non demontre dauzkazu sustraiak? Zertaz elikatzen zara? Zer kontatuko zenioke ezezagun bati?

Zenbat zu daude zure barruan? Zu zaren guzti horiei ematen al diezu izateko baimena? Nola bizi dituzu? Zer espero duzu zeure buruaz? Eta besteek, zer espero dute zutaz? Eta bat-batean beste norabide bat hartuko bazenu, une batez, tarte batez eta hortaz gozatu? Zer norabide? Zu guztietatik zein aukeratuko zenuke? Guztiak esploratu dituzu? Nor zara zu?


*La foto de este post es la portada del libro.

Momento cero (0)

Momento cero (0)

Esta idea-concepto sale de una Compa de la Comunidad pedagógica-virtual Soy1Soy4.com. A mi me hizo click (y después, al acuerparlo como concepto-vivencia, también click-clack-boooom!).

La menstruación llega cuando el cuerpo se queda sin estrógenos ni progesterona. Es un momentazo. Yo lo siento como esa pausa entre inhalar y exhalar. Ese instante en el que todo cambia. Y como somos cíclicas, todo empieza otra vez.

Para mí, desde que lo descubrí, es un instante mágico, que si me lo permito (y las circunstancias se me alinean) vivirlo en silencio resulta revelador. Aparece una calma y una compasión que en ningún otro momento siento.

Además, considero que mucho de lo que cíclicamente siento, me da pistas para ‘cómo puedo sentirme’ en otros momentos, que aunque contengan ‘números hormonales’, es decir, acontezca algún baile dentro de mi, puedo acordarme de que ‘sé’ sentirme de esas otras formas.

Aquí tienes este (coño)escrito* que sale de Este Momento. El Momento Vida-Muerte-Vida que en cada ciclo ocurre en mi/nuestros cuerpo(s).

Y como me dijo una vez I., solo es un instante, porque para cuando quieres pensarlo, el ciclar ha vuelto a empezar.

——

 

A veces me ocurre, de que a pesar de tener un texto casi terminado, editado y maquetado, en el último momento me entran infinitas ganas de escribir ‘otro’.

Me cuestiono si será que no me parece lo suficientemente ‘bueno’, me pregunto si le podría dar otra vuelta o si lo que simplemente me apetece es escribir ese ‘otro’ que late con fuerza entre mis entrañas.

Hoy, gana la tercera opción.

Me apetece teclear en este silencioso mediodía de sábado primaveral.

Lo que más admiro de este deseo es que nunca sé que saldrá.

Me intrigo… y me pierdo en es(t)a pausa que hoy me regalo.

 

Menstrúo. Es día 1.

La sangre va saliendo y a pesar de haberme traicionado algunas (cuantas) veces este ciclo, siento cierta compasión conmigo misma, como si todo estuviera ‘bien’.

Me he revelado ciertas cosas y también he puesto algunos límites.

Observo como se mueve mi útero. Son movimientos suaves en un vientre hinchado. No hay dolor. Tampoco energía. Soy ese cero hormonal que me eleva hacia la Tierra.

Respiro hondo y casi siento que el aire sale por la vagina.

Soy canal. De mi misma, de las que son-conmigo y de las que fueron.

Soy latido. Los tambores conjuntados aún me resuenan y me mueven.

Soy sororidad. Con esa capa morada que me ha regalado el encuentro.

Soy recapitulación. Para no perderme en las inercias.

Soy silencio. El que tanto anhelo algunos días de agotador ruido mental.

Soy las teclas, que vibran, que escriben, que me ayudan a ‘decirme’.

 

En breve seré primavera.

Igual que ésta que aflora y enverdece la vista aquí afuera.

Doy las gracias por mi ciclicidad, y no a las Diosas, tampoco de forma mística,

Me las doy a mí, a las que me acompañan, a las que saben escuchar(me),

A las que se dicen conmigo, a las que son silencio y también latido.

Por ahí, (solo ahí) aquí, en este renacer continuo, con la vida cambiante, intensa, cíclica,

Es donde puedo descansar,

Es de ahí, de aquí de donde soy,

A lo que pertenezco.

Aunque solo sea a momentos, incluso aunque solo sea así en este rato cero,

Que me da Tierra,

que hace que mis pies se despeguen del suelo y me permite ser aire que acoge,

Que, con la infusión en la mano sé que voy camino del ancho mar y que soy agua que fluye,

Que juntas, aun (solo) siendo pequeñas chispas vibrantes,

Seremos (y somos) un poderoso fuego cuando nos encontr(a)emos.

 

Un par de intros, una coma, algunas letras,…

Me quedaría a vivir aquí. En este hogar que me dan los párrafos, en esta no-danza que siento dentro,

Escribiendo cosas románticas que hacen que me pierda en ese planeta que me gustaría.

Somos (también) cero. Y es bien.


*El concepto Coñoescrito está creado por Teach E. (Erika Irusta) dentro del curso llamado ‘Coñoescritura’.

** La foto del post es sacada por mi, aunque la sangre es de una Compa.

La niña herida

La niña herida

Estoy enfadada. Dentro un nudo grande no me deja respirar.

Y sí, escribo sin filtro cuando me encuentro así.

Pongo la lengua en el paladar y abro mi pecho como si de un paracaídas se tratase.

Cojo aire hasta el fondo. Sigo aquí. (Menos mal)

 

No hay niña herida que pueda sanarse.

Hace unos días M. me lo dijo y sus palabras quedaron resonando allí donde comienza mi útero.

“No se trata de sanar la niña herida, sino de aprender a vivir con ella”.

Y una vez más vi la trampa que me había comido mientras pensaba estar-me ‘sanando’.

 

Sanar.

Esta palabra tan usada en los últimos tiempos y que una vez más parece enarbolada para la confusión.

Para que ese capitalismo que se filtra entre las grietas más minúsculas (que con mucho esfuerzo abrimos), continué su despiadada conquista.

¿Cómo sanar-nos en una sociedad enferma? No es posible. Da igual lo bonito que nadie lo pinte.

Dan igual las meditaciones o los cursos que como buenas newagers aplicadas nos hagamos.

Quizá estos nos sirvan para hallar esperanza,

o para desaprender o re-aprender formas o herramientas con las que siquiera, consigamos calmar nuestras abundantes (no) lagrimas.

Los desgarros serán cicatrices. Cerradas o no.

Seguirán latiendo a pesar de su aparente quietud.

Y quizá, el día menos pensando, mares de sangre desborden de ellas.

Las heridas, nunca desaparecerán, y sin ellas, tampoco sería yo.

 

Sanarnos ‘solas’ mientras fuera poco cambia.

Consiguiendo el abrigo de esas Otras también heridas.

Procurando no dolernos más entre nosotras.

Aunque lo haremos. Porque somos hijas de este sistema roto y dañado.

Abandonos, falta(s) de ‘lugares’, inocencias-creativas corrompidas, sexualidades violadas.

 

Soñamos con mundos-islas-lugares-ficciones  tiernas en donde siendo quienes sea que seamos, consigamos acogernos en paz.

A veces lo conseguimos, ¡y que a gusto llora y ríe allí la niña herida!

 

Buscar constantemente sanarnos puede convertirse de vuelta en enfermedad.

Porque son caras de la misma moneda.

Porque en la dicotomía nos perdemos y nos confunden.

Porque nuestro entorno es una batalla que nunca sanaremos (ni ganaremos)

y probablemente, continuemos perdiendo-nos mientras intentamos salir de la culpa de haber enfermado.

 

“Aprender a vivir con ella”, con la niña herida,

saber quíen es, y quíen fue,

saber de sus heridas, y procurar no volver a golpearnos en ellas, con ellas, entre ellas,

abrazarme, cuando sea necesario,

acogernos, y darles espacio a aquellas que fuimos,

y que aún, en algún lugar de nuestras adentros, SOMOS y SEREMOS.


*La ilustración es de Joana Santamans, se titula «Niña soplando».

**’¿Sabes leer?‘ Artículo sobre body literacy (o coñoescritura) de Teach E. (Erika Irusta)

De Premen, muros y alas

De Premen, muros y alas

PREMEN día 25 del ciclo. 10 de junio del 2018.

 

Me he topado con límites que desconocía. Una vez más.

Suele ser así siempre, me los topo de morros cuando por alguna razón, creí haber nacido con alas.

Será por mi nombre. A veces fantaseo con que incluso volar, puede ser mi destino.

Aún es pronto, siquiera soy una polluela asomando por el cascarón.

Quizá sea más bien una cría de serpiente a la que algún día le crezcan alas.

 

Me vienen los muñones de los que habla Teach E. Simulacro de algo que alguna vez tuvo plumas.

Recuerdo las alas mojadas de las que he oído (leído) hablar a varias Compas.

El neoliberalismo más positivista me contó que TODO lo podía hacer,

[sin hablarme de que existían muros-propios creados por Él mismo]

Que si QUERÍA algo PODÍA hacerlo,

[sin contarme que toda acción tiene siempre alguna consecuencia]

Y yo, me lo creí con la más ciega fe de mis entrañas.

[olvidada de mi ‘ubicación actual’ y perdida al mismo tiempo en ella]

Sin cuestionar cúal era la distancia que había entre mi jaula y esa prometida isla llamada libertad.

Seducida por los cantos de sirenos del otro lado del puente que nunca construí.

 

Ando a tientas por lugares oscuros que llevan tiempo ahí, aquí.

Me aferré a las más brillantes luces que emanaban sonrisas sostenidas.

Y aquí, ahora, aprehendo a acudir a esos lugares entre mantas y cuerdas con las que poder regresar.

Incluso sin saber bien dónde es esto.

 

¿Cómo iba a poder hacer TODO? ¿Qué es TODO?

¿Qué intereses esconde este traicionero sistema-wonderful?

¿Cuántas nuevas trampas somos capaces de inventarnos con tal de no reconocer nuestra vulnerabilidad en este existir finito, en un tierra que también lo es?

 

Siento la sangre anidada en el extremo más bajo de mi útero.

Está tocando la puerta-cérvix con un suave cántico de calma.

No quedan hormonas. Premen transita hacia su final. Reinicio prometido.

 

Me recojo en este castillo de muros altos que alguna vez creí desierto-verde.

Hoy mis muros son Casa.

Mañana quizá vuelva a comenzar el trabajo de observarlos

y de procurar ensayar el vuelo sin darme cabezazos ni estamparme en ellos.

Abrazaré cada ladrillo-límite y lo bajaré tratando de re-crear la más hermosa de las deconstrucciones posibles.

Conmigo, contigo.

Aquí, allí.

Entre mensajes de audio, entre cuerpos que laten.

Entre cuerdas que estrangulan y rescatan al mismo tiempo.

Porque eso es lo que merezco. Y tú también.

Porque ese es el único TODO que quiero y necesito.

Porque conquistaremos nuestras autonomías mas vulnerables y lo haremos acompañadas.


*El dibujo de este post esta realizado con sangre menstrual. Lo encuentras también en la Galería.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies