Si me has leído antes, sabrás que hay un lugar en el mundo que ha cambiado mi Vida. Mi cosmovisión de la realidad se ha ido modificando durante estos casi 3 años en los que he tenido la maravillosa oportunidad de participar (y continuar haciéndolo) en la primera comunidad sobre ciclo menstrual de Teach E. (Soy1Soy4.com). Es un lugar en medio de ninguna parte y a la vez, una poderosa red que vamos creando y que ya da varias vueltas a la Tierra. Lugar seguro en el que la experimentación es el centro mismo, el de cada una de nosotras, en el que con nuestros balbuceos hechos palabras, vamos al encuentro de las Otras.

 

Hagamos un akelarre

El año pasado decidimos y nos coordinamos para trascender lo virtual y ponernos Cuerpo. Fue un viaje mágico a tierras pirenaicas en el que nos compartimos en carne y humores y este año, hemos vuelto a hacerlo. Hoy, aún me pellizco pensando si ha sido un sueño y me doy cuenta de que no, de que ha sido una realidad contenida, cuidada, llena de oxitocina, conversaciones que me van a dar para meses de reflexión y abrazos que van a perdurar en mí para siempre.

Mujeres haciendo Historia, conjuntando realidades diversas con el único fin de compartirnos. Abrazando nuestros límites y dando rienda suelta a nuestras capacidades. Abiertas a lo que acontece, dispuestas a poner nuestros corazones en el centro y a crear en colectivo una de las resistencias más reales de las que haya participado antes. La resistencia de los Cuerpos con Vulva, de las heridas aireándose, de los límites que son vulnerabilidad en directo y que hacen crecer nuestras alas, del más feroz de los akelarres posibles.

 

No somos excepcionales

No. No lo somos. Quizá, lo único extraordinario sea que todas sabemos que estamos heridas, nosotras y nuestras ancestras, y que vamos sabiendo que desde ahí, desde nuestros más oscuros abismos, es desde donde podemos construir los valles más verdes que jamás hayamos imaginado, en donde por fin, descansar juntas. Llenos de húmeda vegetación que emana vida, con grandes paredes de piedra caliza por donde si es necesario escalaremos juntas y en donde además, se nos ha regalado la experiencia asistida y amorosa que entre platos veganos y sonrisas alegres se nos ha hecho tangible en el albergue y en nuestra querida anfitriona R. (si me lees, infinitas gracias por todo).

Han sido 4 días. Aunque en realidad, a mi hoy, en esta resaca post aquelarre me han parecido 4 meses. Talleres casi improvisados, descubrimientos entre juegos, magnificas cuevas con forma de coño y conspiraciones sangrientas, risas en cada conversación, algún que otro momento de crisis en el que el cuidado es lo único importante y muchos procesos en relación que han sabido que este lugar creado en colectivo es agua fresca de mar en donde confirmar que esto que me pasa, no me pasa solo a mí.

 

Los cuerpos (sin cuerpos) de la represión

La última mañana nos ocurrió algo tan surrealista que merece este artículo. Nos quedaban unas pocas horas juntas y por fin salió el sol como la más brillante invitación de que la playa era nuestro destino. Consensuamos ir a una que nos pareció salvaje y nos dispusimos a la correspondiente excursión de bajada a la misma. Casi 20 minutos de descenso en donde la brisa ya nos indicaba que el mar nos estaba esperando. Llegar y desnudarnos, sin titubeos, sintiéndonos en Casa, junto a esta familia elegida.

Todas se fueron a bañar y me regalaron la postal más bella que podía ver. Brujeres(1) riendo y jugando con olas, con sus carnes al aire y con el agua del mar recorriendo sus cuerpos divinos. Me quedé enamorada por unos minutos, sentípensando en la fuerza subversiva que tenía aquella acción, reflexionando sobre como aún sin tener esa intención, aquello era un regalo que (también) le estábamos dando al mundo.

Observamos algunos otros cuerpos desnudos y nos regocijamos en este acto tan simbólico que es el nudismo. Comimos frutos secos mientras le dimos forma a cómo nos volveríamos a encontrar el año siguiente. Y entonces, dos agentes del cuerpo sin cuerpo realizaron el descenso correspondiente para (intentar) reprimirnos:

  • Buenos días. ¿Son ustedes de aquí?
  • No, no, que va….
  • ¿Y de dónde son?
  • Bueno… ¡De muchos sitios!
  • Venimos a informarles de que hemos recibido llamadas porque esta playa no es nudista.
  • O.O

 

¿Llamadas? ¿¡EN SERIO?! Ya… sisisisisii, que el problema más grande que social-mente tenemos y el que merece ser ‘controlado’ es que un grupo de mujeres haya decidido desnudarse en una playa salvaje… Claro… No señoro agente (ni la persona que llamó, ni todas las que pueden pensar esto), el problema no son nuestras vulvas desnudas, es la limitación de sus ojos para ver esa escena en la que la libertad se mezcla con la brisa salada para dar lugar a la belleza mas visceral y auténtica que pueda encontrarse. Nuestros cuerpos desnudos ponen en evidencia los límites propios de quien no quiere verse y la energía que emanamos juntas, huele a revolución alegre desde la otra punta del mundo.

En medio de todo esto, Playa Medusa (que siempre esta conmigo y creo que ya hasta nos comunicamos telepaticamente) nos regaló este texto con el que nos invita a que la vida descanse: Oración por un Cuerpo.

Para mí, llegar al nudismo ha sido un viaje de años y años de pequeños pasos, un proceso paralelo a conectarme conmigo y a ir desnudándome de carnes para dentro. El valor de alcanzar nuestras libertades (siendo estas un poderoso equilibrio entre nuestras limitaciones y nuestras capacidades), de hacer de una vez por todas lo que nos sale del coño, es subversión auténtica, y esto es lo que esta policía sin cuerpo pretendía reprender en nosotras…. Y mire señor agente, ¡Pues va ser que no! Nos pondremos las bragas, pero no conseguirán que abandonemos esta tierna y feroz revolución.

 

Fui sin expectativa ninguna a este viaje mas allá de encontrarme con las Compas y compartir, y he vuelto con la poderosa sensación de lo necesarios que son los activismos que cada una realizamos día a día con nuestros Cuerpos y Vidas, y de lo imprescindible que es que nos vayamos encontrando, porque las mujeres juntas molamos mucho.


(1) Mi querida I. siempre me regala palabras perfectas

*La imagen: el Camarín de las Vulvas (El arte rupestre de la cueva de Tito Bustillo)

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